Se conoce como infidelidad cuando nuestra pareja está involucrada con otra persona, ya sea de manera sexual o emocional. Existen dos tipos de infidelidad: La infidelidad sexual, la cual se caracteriza por un engaño de tipo sexual, sin importar si están involucradas las emociones o no; y la infidelidad emocional, la cual se da cuando nuestra pareja establece una estrecha relación emocional con alguien, aún si no se tiene contacto sexual. Pero ¿Alguna vez te preguntaste si los hombres y las mujeres reaccionan de la misma manera ante una infidelidad?
De acuerdo con un estudio realizado por científicos de la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología, en el que se analizó a más de 1.000 participantes, ambos reaccionamos de forma distinta antes una infidelidad, ya que mientras los hombres le dan más importancia a la infidelidad sexual, las mujeres se la dan más a la emocional.
Esto se explica debido a que la psicología de los hombres y las mujeres es similar en la mayoría de las áreas, pero cuando se trata de reproducción las cosas cambian, de acuerdo con Mons Bendixen, y esto se debe a que los roles culturales de género y la psicología evolutiva, están implicados en estas reacciones.
Para realizar este experimento, se les dieron a los participantes cuatro versiones de un cuestionario acerca de los celos, y los expertos le pidieron a la mitad de los encuestados que marcaran qué aspecto de la infidelidad les molestaba más, si el sexual o el emocional en distintos escenarios, mientras que los 500 participantes restantes tuvieron que clasificar dichos escenarios con una cifra en una escala del 1 (no me molesta en absoluto) al 7 (me molesta muchísimo).
“Al igual que en dos de nuestros estudios anteriores, encontramos diferencias sexuales claras en las respuestas de los celos entre los que tenían que elegir qué aspecto de la infidelidad era más molesto para ellos. También encontramos diferencias sexuales similares cuando se utilizó un paradigma de medida continua. Estas diferencias fueron notables, ya que se obtuvieron utilizando dos métodos alternativos de medición, y en una nación altamente igualitaria con una alta expectativa de inversión paterna como es Noruega”, dijo Bendixen.