Estela vende los ricos tamalitos en el frontis de una panadería

“QUIERO TERMINAR MIS ESTUDIOS SUPERIORES”

Estela quiere terminar sus estudios de ofimática
Estela quiere terminar sus estudios de ofimática

Al caer la tarde, cuando el cielo va despidiendo al sofocante sol que nos acompaña durante el día y se puede observar de a pocos el resplandor de la luna, nos apresuramos a comprar aquel pan calientito para preparar la suculenta merienda, pero existen complementos como el tamalito que contribuyen a degustar una buena comida nocturna. Estela Díaz es una joven de 21 años que se dedica a vender tamales en el frontis de una conocida panadería de la esquina de calle Sargento Lores con Fanning. Conversamos con ella a la vez que probábamos unos deliciosos tamalitos.

Luego de probar los tamalitos que vende Estela podemos recomendar a todo aquel de buen paladar que requiera acompañar su merienda con unos buenos tamales que de seguro harán que finalice de una buena manera aquel día agotador. Estela espera, más adelante, culminar sus estudios de Ofimática que contribuirá a su desarrollo profesional.

¿Desde qué hora trabajas?

Ella vende en la intersección de las calles Sargento Lores y Faning
Ella vende en la intersección de las calles Sargento Lores y Faning

Desde las tres de la tarde hasta las ocho y media de la noche, esa es la hora donde mayormente los clientes vienen a comprar los tamalitos.

¿Trabaja todos los días?

Casi todos los días, me dedico a vender de lunes a sábado y los domingos me dedico a mi casa, a la limpieza y otras cosas que aprovecho en hacer.

¿Usted prepara el tamal o los compra hechos?

Los ricos tamalitos que vende Estela
Los ricos tamalitos que vende Estela

No los preparo yo, los compro a una hermanita que se dedica a preparar humitas, tamales y juanecitos, de ahí le compro para luego yo venderlos. Como ella es evangélica no prepara domingo y por eso también es lo que no salgo a vender ese día.

¿Cuánto dinero genera en un día?

Bueno, llego a vender unos 100 ó 120 soles en un día, pero no todo eso es mi ganancia, porque se invierte comprando, así que yo me quedo con unos 30 soles más o menos.

¿Tiene hijos?

No, aún no tengo hijitos. Todavía no estamos en una situación adecuada como para traer hijos al mundo, quizás más adelante.

¿Tiene secundaria completa?

Sí, incluso estuve estudiando una carrera técnica en un instituto. Yo estudiaba Ofimática, pero por motivos económicos no lo terminé.

¿Piensa terminar de estudiar su carrera?

Claro, todo depende que se mejore la situación económica en mi familia, ahí ya podré terminar de estudiar porque es importante tener por lo menos una carrera técnica.

¿Por dónde vive?

Yo vivo en la calle Atahualpa, atrás del asilo de ancianos, de ahí me voy hasta la Túpac a recoger los tamales para luego traerlos hasta acá.

¿Tiene problema con los dueños de la panadería?

Sí, no solamente yo, la señora que vende a mi costado también está con el mismo problema porque los señores de la panadería no quieren que estemos vendiendo acá. Los mismos clientes se sorprenden que nos quieran echar si nosotros no somos competencia para ellos. Nosotros solo vendemos tamal, no vendemos pan, al contrario la gente come su tamal con su pancito.

¿Cuánto tiempo llevas vendiendo?

Bueno, yo recién estoy empezando a vender, más o menos tres meses recién llevo porque antes solo le ayudaba a una tía que vende afuera de otra panadería por la plaza 28.

¿Cuántos hermanos son?

Somos tres hermanas, todas mujeres, yo soy la ultimita (risas). Mi hermana mayor es laboratorista, mi otra hermana estuvo estudiando enfermería, pero tampoco pudo terminarlo.