910

Preparar tu piel para contrarrestar el daño  que el paso del tiempo, la contaminación y los factores climáticos, como la humedad, pueden causar en tu rostro es  muy importante. Por ello, siempre debemos incluir una rutina diaria con diversos cuidados que contribuyan a la renovación de cada zona dermis del cuerpo, más aún de aquellas que se enfrentan directamente al frío y la humedad del invierno, como nuestro rostro.

  1. Desmaquíllate a diario antes de acostarte. No importa que tan cansada estés. Es importante dejar la piel libre de impurezas para que ésta respire y pueda absorber correctamente los nutrientes que se le aplicarán más adelante. Saber elegir qué desmaquillador usar también es vital. Essential de L’Bel, es un producto dos fases: retira todo tipo de maquillaje y cumple una acción antioxidante que evitará que las toxinas liberadas por nuestro cuerpo durante el día se queden en la piel y la dañen.
  1. Limpia e hidrata; no te tomará más de tres minutos. La piel del rostro es una zona sumamente sensible y los jabones comunes podrían resultar muy fuertes para ella. Por eso, lo mejor es elegir un producto especial para su cuidado que contenga los elementos necesarios para asegurar un delicado lavado. La línea Hydra Calme de L’Bel tiene un limpiador 2 en 1 (limpia y tonifica) además de un hidratante para mantener más suave y fresco tu aspecto facial.
  1. Nutre tu piel durante el día y la noche. Cada ciclo de la vida es diferente. De acuerdo al ritmo que se tenga, la piel se desgasta y necesita de nutrientes y vitaminas para recuperarse de las agresiones. Lederm de L’Bel es la única línea dermocosmética creada para cada edad (35+, 45+ y 55+ años) que regenera la piel con los activos específicos que le permitirán recobrar su equilibrio para lucir resplandeciente, sana y tersa pese al paso del tiempo. Tiene dos aplicaciones para el día, con FPS, y para la noche.
  1. Protege tu contorno de ojos. Atenúa las ojeras, bolsas u otras imperfecciones alrededor de tus ojos. Equilibra su estructura dérmica para protegerla del estrés, la oxidación celular y la acumulación de sustancias tóxicas.