Preguntas. Eso es lo que hoy se nos ocurre formular y de manera abierta a quien o quienes corresponda. La mayoría tomada en el día a día, durante la semana, de la misma gente, de aquellos ciudadanos de a pie, del mototaxista, la ama de casa, la casera del mercado, en las colas, en el antes, durante y después de los partidos del mundial. Es decir, la inquietud desde las calles.

Y de saque podemos lanzar las siguientes interrogantes:

¿Alcaldesa, hasta cuándo tendremos que esperar para que se nos entreguen las plazas Bolognesi y Sargento Lores totalmente remodeladas?

¿De cuándo acá se les dio por viajar juntitos a los hermanos Meléndez Celis -gobernador y congresista- a cuanta inspección o inauguración de obras en la región Loreto haya?

¿Cuánto más tiempo se tomarán los jueces de la sala respectiva en el Poder Judicial para sentenciar a quién o quiénes resulten culpables de la mala obra del alcantarillado de la ciudad de Iquitos?

Así como van las cosas, la construcción del hipermercado de Belén será otro cuento como el nuevo mercado Modelo. ¿Cómo se puede explicar que las autoridades, anteriores y actuales, locales y nacionales, se burlen en nuestra propia cara y nadie dice ni hace nada?

¿El Embarcadero Turístico de Iquitos, más conocido como «el huequito», hasta cuándo seguirá como un elefante blanco, sin que pueda servir ni a Dios ni al diablo?

¿Hasta cuándo seguiremos teniendo y aceptando movimientos políticos regionales, que son manejados por sus líderes -entiéndase dueños- con una informalidad descarada?

¿Cuántas elecciones tendrán que pasar para que los loretanos seamos capaces de asumir nuestra responsabilidad de electores informados y responsables, para dejar de ser simples votantes y convertirnos en ciudadanos dignos?

¿Qué pecado estamos pagando para que sigamos pisoteando nuestras fiestas patronales y su valor tradicional, a tal punto que nos contentamos con que las autoridades programen solo elecciones de mises y bailongos con récord de consumo de cervezas?

Y como sabemos que el tiempo y espacio es limitado, podemos en el cierre y los descuentos despedirnos con algunas interrogantes más.

¿Acaso estas elecciones de octubre vamos a darle de su propia medicina a todas aquellas  agrupaciones políticas que nos quieren dar gato por liebre con su lista de consejeros y regidores plagadas de mediocres?

¿Hasta cuándo seguiremos con la huachafería esa de llamarle «isla bonita» a una ciudad donde la basura, el caos vehicular, la inseguridad y el mal estado de sus calles son su «mejor» carta de presentación?

¿Hasta cuándo seguiremos aguantando autoridades que no trabajan de manera coordinada por celo y cálculo político, haciendo que su mezquindad friegue el desarrollo de Loreto?

¿Será posible que en esta oportunidad les castiguemos en las urnas a todos aquellos movimientos y partidos políticos que nos quieren ver la cara con eso de «coincidencias programáticas» de sus candidatos golondrinos?

¿Se necesita de una ley para que las autoridades dejen de pagar por imagen para que no les chantajeen, o tan solo hace falta que denuncien el delito ante las instancias respectivas y pongan a esos mercenarios de la prensa ante los ojos y el repudio ciudadano?

Y claro, hay muchas, pero muchas más interrogantes de ciudadanos que podemos dedicarle en otro momento el espacio correspondiente en esta columna.

@RMezaS

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