Vecinos escucharon gritos
Vecinos solicitaron la presencia de la policía y serenazgo al escuchar los gritos de auxilio de la agraviada. Graciela Ramírez Marichi (42) fue agredida verbal y físicamente por su hijo de nombre Juan Carlos Pérez Ramírez (21) en su vivienda ubicado en la calle Santa María manzana F lote 6 del asentamiento humano del mismo nombre en la zona de Masusa distrito de Punchana. Su hijo en estado de ebriedad inició un escándalo que se convirtió en agresiones lesionándole los dedos al momento de intentar salir del inmueble. La junta vecinal poco pudo realizar para frenar al enfurecido agresor.
El hecho se registró el sábado cerca de las 11:20 pm. Un llamado a la base del serenazgo de Punchana movilizó patrulleros y motorizados hasta la zona. Efectivos de la policía nacional y serenazgo de la jurisdicción llegó en cuestión de minutos al recibir la alerta. El hombre se refugiaba dentro de su casa impidiendo el ingreso de la junta vecinal quienes intentaban frenar su actitud. Al constatar lo que estaba ocurriendo forzaron la puerta para rescatar a la agraviada.
El estado de ebriedad en la cual se encontraba Juan Carlos Pérez dificultó la intervención debido a la agresividad que mostraba. En reiteradas oportunidades intentó agredir a los que participaron de su detención. De manera accidentada fue subido al patrullero del serenazgo de Punchana siendo llevado a la comisaría del sector. Dentro de la dependencia policial intentó salir teniendo que ser enmarrocado y llevado hacia la carceleta hasta que le pasen los efectos del alcohol.
La señora Graciela Ramírez fue llevaba al hospital regional de Loreto para ser atendida de emergencia debido a los golpes que recibió por parte de su primogénito. El medico de turno diagnosticó fractura en el dedo anular índice derecho y hematomas en diferentes partes del cuerpo. Luego del alta fue llevada a la comisaría para su denuncia. Dentro de la dependencia, índicó que su hijo toma una actitud violenta cada que se encuentra en estado de ebriedad por lo que solicitó que sea retirado de manera definitiva de su propiedad con ayuda de los agentes de la policía.