Con el inicio del Fenómeno del Niño, SENASA alertó que distintas plagas amenazan la producción agrícola del país. Una de las más devastadoras es la prodiplosis o «caracha». Esta puede ocasionar pérdidas de rendimiento en hasta el 50% de los sembríos de tomate y pimiento de la costa norte, centro y sur del Perú.

Económicamente, podría generar pérdidas por 8.5 millones de dólares entre los pequeños y medianos agricultores. Además, el récord mundial de calor, confirmado recientemente por la ONU, podría convertir a esta plaga en potencialmente incontrolable, volviéndose más peligrosa, debido al incremento de temperaturas que la favorecen.

«La prodiplosis es una plaga polífaga que se presenta en los diferentes cultivos y que genera deformidades en los brotes causando, incluso, la muerte de las plantas», indicó Nill Lara, representante técnico de Syngenta.

Lara explicó que, al desarrollarse en la planta, las larvas raspan los brotes y ocasionan distorsiones durante el crecimiento de los cultivos, lo que genera una apariencia de quemadura alrededor del tallo. Eso, a su vez, ocasiona que se marchite y muera la planta.

«También afecta directamente a las flores y frutos, reduciendo la producción y la calidad comercial. Además del tomate y el pimiento, ataca otros cultivos como la papa, la soya, el frijol y el algodón, entre otros», añadió el Ingeniero.

Por otro lado, la caracha o Prodiplosis longifila se presenta en épocas del año con elevadas temperaturas y humedad relativa. Un clima como este favorece altamente la reproducción de los adultos y su incremento poblacional. Así, en un clima entre 26 a 28 °C, esta plaga puede volverse potencialmente incontrolable, haciéndose más peligrosa en estas épocas de incremento de temperatura.

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