Perro casi genera terrible tragedia aérea

– Avioneta se despista en Contamana

Un supervisor técnico de la Dirección General de Aeronáutica Civil del Ministerio de Transportes y Comunicaciones estuvo de paso en Contamana y presenció todo lo ocurrido y retornó minutos más tarde en otra avioneta comercial hacia la ciudad de Tarapoto, por lo que se teme que en cualquier momento el aeródromo pueda ser cerrado.

Miguel Macedo Braun de 36 años, Mario Panionna Fonseca de 52, Alaica Analy de 57, Janette Patricia Bulcán de 58 y Diana Alvirsa Reyes de 40,  son los pasajeros que nunca olvidarán el susto que llevaron al promediar las 9.40 horas de de la mañana de ayer cuando el piloto Cesar Lozada realizó una maniobra para evitar impactar con un perro que se presentó intempestivamente en circunstancias que se aprestaba a aterrizar en el aeródromo de Contamana. La nave se despistó por la margen derecha y se arrastró de panza unos 250 metros más adelante, estando a punto de chocar con un tanque de combustible turbo diesel para helicópteros que fue colocado por una empresa dedicada a la exploración petrolífera: acabó luego  en un pantano contiguo que amortiguo el impacto.

Los cinco pasajeros que estuvieron en la avioneta de matrícula OB 1902 de la empresa Aeronegocios, fueron llevados al centro de salud donde a los pocos minutos fueron dados de alta. Los pasajeros formaban parte de una comitiva de Cima Cordillera Azul quienes se dirigían a la zona para realizar trabajos de investigación conservacionista y ecologista para lo cual fletaron la aeronave.

Sin embargo, según un motocarrista que presenció el siniestro y prefirió mantener su identidad en reserva, sostuvo que el móvil se habría producido debido a fallas técnicas porque se habría dificultado la salida del tren de aterrizaje, prueba de ello, según dijo, es que el perro a quien se le imputa la responsabilidad del accidente, se encuentra solo con un rasguño en la cabeza, lo que hace presumir que habría muerto por un infarto, por lo que el Fiscal Provincial Julio Cesar Barrientos Grimaldo ordenó trasladen el cuerpo del animal a la morgue central para las investigaciones correspondientes y deslindar responsabilidades de ley. En la morgue el perro iba a ser analizado por un veterinario.