Otro primer lugar     

Es bastante extraño que las altas autoridades loretanas no hayan armado el joropo de ley, ni brindado con baratos licores,  ni lanzado el discurso de ocasión,  ante el importante lugar que ocupa la región en el campo de la agricultura. Fuentes oficiales y dignas de todo crédito,  sostienen que el gallardo y vasto territorio ocupa el primer lugar en el rubro de los sembríos de coca. La gran región produce bastante en verdad y ha desplazado a fértiles valles como el de Apurímac. Así las cosas ya no hay que ir a Tocache  u otro lugar vinculado a esa  industria con chimeneas.   Hay que quedarnos en este grandioso Loreto porque en breve surgirán lugares descarriados ante el auge de la compra y la venta del vicio.

El primer lugar en el campo del sembrío y de la cosecha vegetal,  sería algo importante porque revelaría que de veras  la inmensa región se ha vuelto productiva, competitiva y con la firme esperanza de lanzarse al terreno de la exportación con el correspondiente valor agregado. Pero lamentablemente, otra vez, alcanzamos una presea en el mundo del hampa, de la crónica roja. Es decir, andamos en la punta del campeonato del lucrativo negocio turbio y vedado. Loreto está entrando en ese espiral de corrupción, de gastos burdos,  de despilfarros sin cuento,  de crímenes,  que trae necesariamente el narcotráfico.

En sus tantos años,  con sus desengaños por doquier,  Loreto, la sin par Loreto,  nunca ha estado tan expuesto a ese tipo de delito. Pese a la presencia de exportadores de la blanca, a lavadores de dinero o hasta a pequeños empresarios que venden los famosos quetes, carecía de un lugar eminente en la cadena de ese delito. La hoja de coca, que podría servir para mil cosas de acuerdo a su uso cultural y tradicional, se ha desplazado hacia Loreto. Y va a ser bien bravo que las fuerzas combinadas erradiquen esa agricultura camuflada. Y pensar que el infierno que trae ese primer lugar todavía no comienza.