Orlando. La ciudad de Orlando, que conmemora hoy el segundo aniversario de la matanza perpetrada en una discoteca gay por un hombre que juró lealtad al Estado Islámico, está conmocionada por un caso de violencia doméstica que terminó con la muerte de cuatro niños y del hombre que los tomó como rehenes.

Los cuatro niños fueron encontrados muertos anoche en el departamento donde Gary Wayne Lindsey Jr. de 35 años, se atrincheró cerca de la medianoche del domingo, tras haber herido a uno de los policías que habían respondido a un llamado de emergencias por violencia doméstica.

Gary Wayne Lindsey Jr., quien tenía antecedentes penales por incendio premeditado y violencia doméstica, también fue encontrado muerto, según dijo John Mina, jefe de la Policía de Orlando durante una conferencia de prensa celebrada el lunes por la noche.

«Hemos trabajado duro para que esta situación terminase pacíficamente. Desafortunadamente, ha tenido un final trágico y triste», dijo Mina al filo de la medianoche del lunes.