Vamos a transcribir la nota oficial, tal cual: «La ONG El árbol de Vida, representada por la Sra. Idoia Ortiz, felicito al alcalde de Maynas por los temas de emprendimiento que viene desarrollando su gestión en favor de la población mas vulnerable. Asimismo le solicitó el apoyo a través de estos proyectos productivos, incidir con los jóvenes el tema de Salud Sexual Reproductiva, debido al alto porcentaje de embarazo no deseado en jóvenes de la provincia. Su propósito es lograr que todas las personas tengan la capacidad de decidir cuántos hijos tener y cuándo tenerlos, a tener embarazos seguros e hijos sanos, y desarrollar su sexualidad libremente y sin violencia. Por su parte el alcalde Sanjurjo a través del gerente general de la institución se comprometió de ahora en adelante al apoyo articulado con la ONG para llevar el tema de Salud Sexual Reproductiva en todas nuestras propuestas de emprendimiento a diferentes comunidades que son visitadas por nuestros especialistas». Hasta aquí la nota institucional, de la MPM, no de la ONG.

Lo curioso del caso es que esta ONG con lindo nombre que mezcla la vida con el árbol, especial para la Amazonía, forma parte de eso que se ha dado en llamar «Acuerdo por Iquitos» que no se ha pronunciado sobre las ciclovías en Iquitos. Es decir, el doble rasero, el doble discurso. Con el pretexto de hablar de Iquitos y cómo sería la ciudad loretana para el año 3 mil este «Acuerdo» -integrado por el Colegio de Arquitectos y el Vicariato Apostólico de Iquitos, entre otros y otras- organizan talleres y reciben fondos del exterior. Linda manera de «querer» a Iquitos que han encontrado algunos y algunas arquitectos y arquitectas con otros profesionales para graduarse de «teóricos» y, claro, como es lindo hablar cómo sería la ciudad del futuro mientras el presente nos aplasta, que la vida continúe.