Todas las sociedades están llenas de emociones, estas palabras son de Martha Nussbaum, filósofa norteamericana, de su libro “Emociones políticas ¿Porqué el amor es importante para la justicia?”. Y cuando miras las sociedades en la que vives efectivamente las emociones están a flor de piel. De alguna manera modelan e influyen en los sentimientos de la ciudadanía. En el caso de España con una pésima gestión de lo sucedido en la guerra civil de los años treinta ha parido una democracia de baja intensidad, muy opaca. Con los casos de corrupción hasta las cejas y se actúa como si no pasara nada. El hedor es parte del día a día. Se da cuenta que hasta ahora hay alrededor de cien mil desaparecidos cuyas familiares piden sus cuerpos para darles una digna sepultura. Este acontecimiento es un poso de emociones muy encontradas. Y, desgraciadamente, todavía no se encuentra el justo medio. Se habla en relación a estos hechos del protagonismo de una memoria usurera que es usada como arma arrojadiza por ambos bandos. En Perú luego de un cruento conflicto armado interno como lo fue la experiencia de Sendero Luminoso todavía no hemos aprendido lo suficiente de la violencia que encharcó al país. Lo que la sufrieron mayoritariamente fueron personas quechuahablantes. El lobo autoritario que todos los peruanos y peruanas llevamos dentro aflora cuando uno menos espera y cuando sale de su guarida tenemos resultados funestos que hacen afloran personajes a la vida pública como García Pérez, Fujimori, Urresti entre otros (me reservo de citar a los amazónicos para no herir susceptibilidades). Hay mucha chamba por hacer. En la floresta nor peruana lo que sucedió con la goma, el caucho ha marcado lo que somos como sociedad. De poco respeto con el entorno natural, de olvido a integrantes de pueblos indígenas, asimétrica que ha gestado una élite y una clase política estéril y domeñada a los intereses de los grupos de poder. Así que hay motivos para seguir en pie de lucha y con los ojos bien abiertos.
Cierto, no mas perros ni cerdos del hortelano.
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