No es que uno sea xenófobo, lo que pasa es que uno debe tener un sentir nacionalista. Para empezar, un sentir por lo suyo antes que un sentir por lo foráneo. Es como dicen los viajeros en el mundo, de que sirve que conozcas lo foráneo sino conoces lo tuyo, uno tiene que sentir gran interés por conocer sus costumbres, sus personas, las cosas que los aquejan y todo ese rollo que un viajero debe tener en cuenta antes de salir al exterior; pero en especial, valorar lo suyo.

Se sabe que últimamente el impacto de la llegada de los venecos al Perú fue con bombos y platillos, la prensa dio más cabida a su llegada antes de mostrar en primera plana los problemas que aquejan a los peruanos, como el friaje en la sierra o el interés por conocer el “alegre” desenlace de los audios que demuestran los actos de corrupción por  parte de los tres poderes del Estado Peruano (acontecimiento que demostraron la podredumbre que impide ese desarrollo anhelado que todo peruano espera; y de paso dejar de ser un país tercermundista a uno en principal); e inclusive los problemas que aquejan también en la selva peruana.

Se sabe que vivimos en un Estado de Derecho y que esto implica que se cumpla todas aquellas leyes en protección de la persona humana que viven en un determinado territorio. Pero me preguntaba si realmente se cumple esto en el Perú, más que todo con la llegada de los venezolanos. Esta bien que el Perú sea muy bondadoso y servicial en brindar a los “hermanos venezolanos” todo su apoyo, pero tampoco lleguen al extremo de brindar más derecho que a un compatriota suyo; más prioridad. Por caritativos y generosos hemos perdido gran parte de nuestro territorio, e inclusive, hasta hemos perdido identidad. Creo que en ningún otro país se da tanto beneficio al foráneo que al suyo propio ¿Será verdad lo que dicen, que el peruano nunca aprende de sus errores?

Hasta la prensa se presta a este jueguito, mostrando la supuesta precariedad de cómo esta gente viene al Perú y el estilo de vida que llevan en nuestro país. Me preguntaba si este mismo espacio da a aquellos peruanos que realmente están pasando precariedad absoluta. Sinceramente creo que es cierto lo que decía el nieto de Huayna Cápac, Garcilaso Inca de la Vega: ¡Oh Perú madre de extraños y madrastra de tus hijos!

Con esto espero no dar un conocer un sentir kirchnerista. Por el contrario, dar a conocer mi pesar ante la situación que se está viviendo; además, manifestar que la ayuda tiene que darse sin llegar al extremo de dar más preferencia a lo foráneo que a lo nuestro.