*Herederos donantes le buscan y los envía donde padre Miguel Fuertes que dice: “Joaquín García estaba con Alzheimer”. ¿Es pecado mentir?

Los representantes de los herederos de la familia Ríos, que donaron el inmueble donde funciona el centro cultural “Irapay”, buscan revertir el predio porque los representantes del Vicariato Apostólico de Iquitos, Miguel Ángel Cadenas y Miguel Fuertes, se resisten a llegar a un acuerdo conciliatorio.

Pro y Contra conversó con Manuel Casado, apoderado legal de la familia, quien indicó que al no cumplir las condiciones de la donación se puede revertir. Dado que cuando el padre Joaquín García Sánchez dirigía el Centro de Estudios Teológicos de la Amazonía (CETA) el predio era usado para los fines que fue donado, para la promoción de la cultura.

“No hay un proceso judicial, se estuvo pensando en eso, pero luego de todas las conversaciones no se consigue un resultado positivo. Se hizo consulta con los abogados quienes concluyen que no se cumple con los objetivos de la donación y por otro lado, el Vicariato no está claro cómo es que interviene en el caso de CETA”, manifestó.

La situación del uso se complicó con las complicaciones en la salud del entonces director del CETA. Y, también, con la propiedad de los bienes que poseía esta entidad que, societariamente, no tenía vínculo con el Vicariato Apostólico de Iquitos.

De acuerdo a lo manifestado por Luisa Ríos, suscribieron un acuerdo con el padre Joaquín, el 11 de diciembre de 2019 y ahora que se evidenció que el bien no se emplea para los fines para los que fue donado, esperan que pueda ser cedido a otra institución que practique obras benéficas, especialmente para niños.

Sin embargo, el Padre Miguel Fuertes intenta señalar que el padre Joaquín cuando suscribió dicho acuerdo padecía de Alzheimer, versión que es desmentida por la propia Luisa Ríos, quien manifestó que se comunican vía telefónica e incluso la llamó para hablar del tema.