[Por: Gerald Rodríguez. N].

Si el muralismos mexicano, movimiento artístico post revolucionario que buscó unificar a México después de la revolución al final del siglo XX, además que tuvo fin educativo, donde prevaleció el arte, ha sido una de las manifestaciones del arte rural más altas, con aires marxistas, que logra definir la identidad de la gente, de cualquier vínculo social, todo ello en un muros artístico sin ser muy abstracto ni tampoco burdo. Ha sido el reflejo de la propia gente que como frente a un espejo, se vio reflejada en él. La representación de las mayorías fue el mayor factor para el muralismo, ya que lo que vivía la gente era de fuente de inspiración para los artistas muralistas.

Aunque en la ciudad de grandes frondas como la ciudad de Iquitos, no se esté pintando murales de grandes niveles artísticos como el de los mexicanos para revalora a las mayorías, si está representando mediante el mural, “Nuestra Gente” a los artistas, poetas pintores, cineastas y otros que se están por venir, que aportaron y aportan a nuestra cultura amazónica; no es una actividad para levantar egos, sino que viviendo en el anonimato de la ciudad y de la cultura, de su propia gente que lo acompañan cada día en sus estancia, muchas veces pasan por nuestro lado, sin saber quiénes son ni que hacen, pero ellos si cada día más se preocupan por saber quiénes somos y que hacemos, para luego vernos visto en su pintura, en sus poemas, en sus películas o en sus investigaciones. Valorar a quienes se preocupan por nuestra cultura, por los fenómenos sociales que nosotros ocasionamos es un reconocimiento mínimo que nos hacen conocedores de los ojos de quienes nos observan y hablan de nosotros para vernos reflejado luego en el mundo. Estos murales personales de los artistas que están invadiendo la ciudad, no es una mera elección caprichosa de los responsables, sino que este hecho da un gran realce a la ciudad. La clasificación de una larga lista tampoco con lleva a manifestar que son cualquiera para que no estén ahí, sino conocemos de estos señores, pues es el mejor momento de hacerlo ahora, conocer y saber quiénes son y que hacen por nosotros.

Un mural para todos, es un mural para la cultura, conocer a nuestra gente es conocernos a nosotros mismos desde lo que ellos hacen y dicen de nosotros. No podemos ser mezquinos para quienes hacen y dicen mucho por nuestra cultura.