Desnortados

Por Miguel Donayre Pinedo

Estos tiempos de crisis sacan a la luz las mentiras verdaderas o las medias verdades que en el fondo son mentiras. Hasta hace unos años en la euforia de la burbuja inmobiliaria en España hacía lanzar a los cuatro vientos voces, se desgañitaban en decir, que España era el milagro europeo. Que el espacio de integración europea gestó este milagro. Que en poco tiempo había sufrido una transformación económica y social a todas luces. Sin parangón [de la reprimida y provinciana vida franquista y católica, a la libertad europea]. No faltaban alabanzas, panegíricos, loas, elogios, adulaciones, apologías. Se lo creyeron tantos los de fuera como los de dentro. Se nadaba en abundancia. Pero en cuestión de pocos años estas alabanzas se han transformado en regaños, reprimendas, enfados de los que antes ensalzaban en tono zalamero. Que crueldad. Los de dentro han pasado de la euforia a la depresión, azuzado por los gritos de la tribu de la derecha más torpe, xenófoba y paleta que mora en Europa. Que emociones tan bipolares. Se van de un extremo a otro sin freno. De la alegría a la tristeza en un tris. Como si se estaría metido en un tobogán de sentimientos. Que diría el cordobés filósofo Séneca ante tanto disparate.