Aquel candidato que culpa a sus opositores de los errores propios es seguro que si llega a ganar será un mal gobernante. Si un candidato sabiendo que los errores propios son de su exclusiva responsabilidad intenta culpar a los demás es aún peor. Mucho de eso hemos visto en los últimos días, sobre todo después que se inscribieron las listas en el Jurado Electoral Especial de Maynas.
Son pocas las agrupaciones que no han cometido errores de forma en la inscripción. Si consideramos que las reglas de juego para este proceso electoral están hace tiempo establecidas no hay motivo para no cumplirlas. Ni siquiera en lo que toca a la cuota de género, juventud y poblaciones indígenas, pues basta con una regla de tres simple para ceñirse a lo establecido.
Es verdad que los grupos con más posibilidades son blanco del ojo público y a ellos se los exige mayor celo en el cumplimiento de los requisitos. Algunos piensan que eso es dañino y lleva una fuerte dosis de mala intención de los opositores. Cierto, puede ser cierto. La política –ingenuo sería pensar lo contrario- lleva alta dosis de “tumbar al oponente. Si miramos desde el lado positivo tendremos que concluir que es mejor que así sea. Ya que experiencias visibles nos han enseñado que mejor es la vigilancia antes que la indiferencia. Así que los grupos políticos hacen mal en sentirse “acosados” cuando les exigen el cumplimiento de las formas democráticas.
Que no se enojen los candidatos. Que más bien muestren más celo en cumplir con las exigencias de ley. Que sean exigentes con ellos mismos. Pues todos los problemas que han padecido las agrupaciones en los últimos días han sido generados por gente incompetente del entorno de los líderes. Ellos tienen la primera responsabilidad, después de los demás. Tampoco se piense que los adversarios políticos se quedarán con los brazos cruzados ante el error del contrincante. Así siempre se plantea un proceso electoral. Felizmente quienes defienden como borregos los errores de sus líderes y resaltan con esa misma condición los de sus adversarios ya están identificados y se pasean por los medios de comunicación –algunos tienen hasta programa propio- con total desparpajo.
Esto recién empieza. Me refiero a las decisiones del Jurado Electoral de Elecciones sobre la inscripción de postulantes. Ha sido lo preliminar. Falta el período de tachas y ahí hay un largo camino que recorrer. Los que pasen que sea por el celo que tuvieron en el cumplimento de la ley y no por las artimañas que ejecutaron los que elaboraron las listas.