(Interlínea).- El desfile de fiestas patrias en Iquitos no fue tan colorido como otros años, pero no dejó de tener su salsa ante, durante y después del acto patriótico que congregó cantidad de gente en la Plaza 28 de Julio, dispuesta a vibrar y bromear con los marchantes y, de paso, pelear con los periodistas que, para variar, n tuvieron un espacio adecuado y tenían que tapar la visión al público para cumplir su labor. Un colega exclamó “a esta gente no se le contenta con nada”, pero lo cierto es que la gente estaba inquieta porque desde tempranas horas ganaron sitio con sus pequeños hijos y el desfile demoró más de lo previsto. El presidente regional Norman Lewis estuvo rígido al entrar a revisar a las ropas y olvidó saludar las delegaciones militares de Colombia y Brasil, pero ya lo había hecho en su despacho.