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Siempre se ha tenido la creencia de que experimentar nauseas durante los primeros meses de embarazo es una buena señal, pues significa que el embarazo se está desarrollando de forma saludable, pero ahora la ciencia lo confirma. De acuerdo con una investigación del Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano Eunice Kennedy Shriver (NICHD), por sus siglas en inglés), en Estados Unidos, este malestar, aunque muy desagradable para las mujeres encintas, está asociado a un menor riesgo de sufrir un aborto no deseado.

Para llegar a esta conclusión, el estudio se llevó a cabo con la participación de un total de 797 mujeres, que llevaron un registro diario de los síntomas ligados a su embarazo, incluidos náuseas y vómitos.

Así se observó, que en la octava semana de gestación, el 57,3% reconoció haber sentido náuseas; y en el 26,6% de los casos, estas vinieron acompañadas de vómitos. Según los análisis de los investigadores, las mujeres que experimentaron náuseas y vómitos en los primeros meses de gestación tenían un menor riesgo de pérdida del embarazo: de entre un 50% y un 75%, en comparación con aquellas que no experimentaron náuseas o náuseas acompañadas de vómitos. De todos los embarazos, un total de 188 terminaron en aborto involuntario.

«Nuestro estudio evalúa los síntomas desde las primeras semanas de embarazo, inmediatamente después de la concepción, y confirma que existe una asociación protectora entre las náuseas y los vómitos y un menor riesgo de pérdida del feto», explica a través de un comunicado la doctora Stefanie N. Hinkle, principal autora del estudio.

Aún se desconocen las causas de estas náuseas matutinas, pero los investigadores sugieren que estas se encargarían de proteger al feto de toxinas y organismos patógenos presentes en los alimentos y bebidas.