Muchas mujeres alrededor del planeta acusan sufrir estrés en el hogar del cual culpan a sus esposos y no a sus hijos o por lo menos eso es lo que señala una encuesta realizada en USA, donde más del 46% de las madres de familia lo afirmaron.

Hay dos situaciones por las que las mujeres sienten estrés en casa:

Expectativas sin realizar. La causa de depositar tantas esperanzas en el esposo se debe a la cultura actual de la equidad de género e igualdad. Pese a eso, muchos hombres no comparten ese pensar pues para ellos la mujer es quien debe ocuparse no solo de la crianza de los hijos sino de todo lo que tiene que ver con el hogar.

Ante la evidente falta de compromiso con las responsabilidades del hogar, muchas mujeres prefieren que su pareja este fuera de casa el mayor tiempo posible, de esta manera se decepcionan menos y las tareas de la casa se hacen menos complicadas.

Necesidad de reconocimiento de los hombres. Muchos hombres sienten que son desplazados por las madres en lo que tiene que ver con la crianza y educación de los hijos.

Para muchos es una necesidad que les sea reconocido su esfuerzo como padres, para ellos es imprescindible que se les agradezca e incentive con halagos y palabras amables, lo que no le ocurre a las mujeres que hacen de todo sin esperar ningún tipo de estímulo, aunque si se da, no lo rechaza pues siempre es bueno un poco de agradecimiento.

El asunto es lograr ser los suficientemente sensatos como para reconocer que no siempre se logra un equilibrio y que nada de malo hay en ello, esto para evitar acusar al otro de los problemas tanto en la relación como en la crianza de los hijos.

El gran problema es que muchas veces las mujeres quieren cubrir todas las necesidades y asuntos faltantes, provocándose así un estado de estrés alarmante.