Los niños aprenden más habilidades físicas en sus primeros cinco años que en cualquier otra etapa de sus vidas. Cuanto más temprano se comience a hacer ejercicio o se estimule la actividad física, mejor.
Estas cinco actividades físicas pueden beneficiar a tu bebé:
Natación. Uno puede llevar a la piscina al bebé desde los seis meses, pero es en la casa donde se produce el primer contacto con el agua. Los pequeños nadadores se irán familiarizando con un ambiente en el que se podrán divertir al mismo tiempo que ejercitar sus extremidades.
Yoga. Desde los primeros meses de sus vidas los niños disfrutan de una gran flexibilidad en sus cuerpos, estirándose y contorsionando sus cuerpos de forma intuitiva. Se puede aprovechar esta habilidad natural y estimularla en un lugar tranquilo y sereno para impulsar su desarrollo psicomotor
Sobre ruedas. Un niño es capaz de aprender a andar en bicicleta desde los 18 meses, que es más o menos la edad en la que comienza a ser capaz de coordinar todos sus movimientos correctamente. Hay alternativas para ejercitar y fortalecer las piernas, como las bicicletas sin pedales o los monopatín.
Correr y saltar. Patear un balón o lanzar una pelota son actividades que impulsan el movimiento, pero si lo que queremos es verlos verdaderamente activos hay pocas cosas que funcionan mejor que perseguir burbujas. Al ser un juego los niños se divierten y hacen ejercicio sin darse cuenta.
Carrera de obstáculos. Puede ser una actividad muy divertida desde que los niños comienzan a gatear. Diseña un circuito con obstáculos con almohadas, cojines, taburetes y peluches para que tu bebé los pueda ir sorteando y explorando al mismo tiempo.