Una vez más el estado calamitoso en que se encuentran las instalaciones del nuevo Hospital Apoyo Iquitos, evidencian su mal diseño y que solo generará problemas una vez se entregue.


El gobernador regional, René Chávez, realizó una visita inopinada y junto a él, las autoridades y medios de comunicación corroboramos que los problemas no solo se reflejan en su fachada, en su interior, las paredes lucen las filtraciones del agua de las lluvias.


En la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) parece una piscina, por las filtraciones que provienen del aire acondicionado y pueden dañar los equipos médicos que ya fueron instalados en los cuartos y otros que aún están en sus cajas. Más allá hay unos muebles que ya fueron dañados.


“Todo estaba funcionando, esta mañana (ayer) algo se obstruyó en la salida del drenaje. Ahorita se le hará la limpieza”, respondió un ingeniero.


En la primera planta del nosocomio, tuvieron que improvisar colocando un muro de tierra para evitar que el agua de las precipitaciones colapse los drenajes y no ingrese al área de los ascensores. A esto se suma que las áreas verdes con las que cuenta también están descuidadas.