El presidente Martín Vizcarra manifestó que sabía que con su decisión de plantear una reforma judicial y política iba a enfrentarse a «grandes intereses, la delincuencia, el narcotráfico, políticos corruptos, jueces y fiscales que arreglan procesos bajo la mesa”.

En ese sentido, dijo “ya he comenzado a recibir lo que estaba esperado”.

“No me van a doblegar, continuamos en el rumbo que hemos trazado el 28 de julio. No nos van a doblegar, hagan lo que quieran, hagan lo que puedan, pero no podrán contra el pueblo del Perú que se ha decidido a combatir la corrupción”, aseveró también.

El jefe de Estado dio un discurso por el 89 aniversario de la reincorporación de Tacna al Perú, en donde señaló también que estará a la cabeza de los cambios que necesita el Perú «cueste lo que cueste y caiga quien caiga».

Vizcarra encabezó esa actividad pública cuando desde la bancada de Fuerza Popular se le ha cuestionado no solo por las reformas que ha planteado, sino también por su versión sobre las reuniones que sostuvo con la lideresa de dicho partido, Keiko Fujimori.