– Las pruebas están a la mano ¿Quién cura a la Facultad de Medicina?
Mafia de notas en la UNAP
Cuando en el Consejo Universitario de diciembre del 2008, el decano de la Facultad de Medicina de la UNAP, Jorge Arévalo Melho, explicó con lujo de detalles la forma cómo opera el sistema de compra-venta de notas en su jurisdicción sus demás colegas, homólogos, se mostraron sorprendidos. Unos se levantaron y con voz un poco pausada felicitaron al popular “Chololongo”. Otros, se quedaron callados, como es lógico. Y es que Arévalo, conocido por sus bromas hasta en ceremonias protocolares, hablaba en serio, aunque no mostraba documentos que los tiene bajo llave. El caso no es para reírse.
Todo empezó en el segundo semestre del 2008 cuando los que dirigen la Facultad convocaron a tres reuniones separadas, a docentes, alumnos del último año y del internado y a los que cursan los primeros ciclos (1ª al 5ª). El pretexto, según indica uno de ellos, fue poner en conocimiento el lugar que ocupa nuestra Facultad de Medicina en la evaluación anual de todas las facultades de Medicina que existen en el país: (Examen Nacional de Medicina (ENAM)). Pero en el fondo, dicen otros, era poner sobre el tapete lo que todos murmuran en los pasillos dentro y fuera de la facultad. Aunque otros pocos indican que el motivo principal era reflexionar sobre la calidad de médicos que egresan y qué seguridad se da con estos futuros profesionales a los pacientes.
Afirman algunos testigos –que prefieren mantenerse en el anonimato- que se les dijo directamente: “Aquí se habla de venta de notas y queremos que ustedes digan qué tan ciertas son esas habladurías”. Se les tocó el orgullo propio, la autoestima y ese rinconcito de “querer cambiar el mundo” que todos llevamos dentro. “¿Digan con sinceridad, y levante la mano, quién de ustedes no ha comprado (exámenes) notas alguna vez?” o participó de una “pillamada” o un “cambiazo”, preguntó uno de ellos y solo dos alzaron la mano. “Por eso estamos debajo de ustedes”, manifestaron. Los demás, evidentemente, aceptaban tácitamente su participación en lo que se había convertido no solo en vox populi sino en modus operandi en muchos de los cursos. En la reunión con los docentes el ambiente no fue tan calmado pero no se llegó a tensiones. Hemos consultado a algunos catedráticos que estuvieron en la reunión y ninguno quiso hablar de la misma, aduciendo una serie de pretextos.
Luego de esas reuniones algunos alumnos se acercaron a los que dirigen la Facultad y mostraron su disposición a narrar sus experiencias. Tanto hombres como mujeres. Como aumentaban se decidió citarlos fuera de la Facultad. Uno de los que participó en la reunión confíó que desde aquella vez se conocen como “los doce apóstoles” porque una docena fueron los primeros que escribieron todo sobre la forma cómo operaba el sistema. Ahí aparecieron los términos como “la pillamada”, “el cambiazo” que en la jerga de compra-venta grafica el modo en que opera la venta de notas. Pero no solo el dinero determina la aprobación de un curso. “La pillamada” no es más que la reunión de los alumnos en la casa del profesor para que entregue la clave de los exámenes. Se los separa entre quienes quieren el examen completo y quienes desean mitad del mismo, según el dinero que estén dispuestos a entregar: 400 en el primero y 200 en el segundo, por ejemplo. Es un intermediario –previa revisión minuciosa que el alumno no tenga ningún celular o instrumento de grabación- quien se encarga de toda la operación.
Sin embargo, un testimonio es aterrador. Dos chicas contaron que cierta noche un docente les citó a su consultorio y les propuso con total desparpajo que para cambiarles sus nota tuvieran relación sexual con él. Como las alumnas ya sabían las probables peticiones del médico, una de ellas salió del consultorio con la promesa de volver en pocos minutos. Fue a la Plaza de Armas y contrató una prostituta –a través de un proxeneta- y la metió al consultorio. “Yo quiero contigo”, le dijo el médico. En otra oportunidad –confiesa una alumna- ya en el consultorio del médico y ante el pedido de acostarse casi llorando le dijo que era virgen y que no deseaba perder esa condición en esas circunstancias. “No te preocupes, tendrás el honor de que tu primer hombre sea un doctor de prestigio que es tan respetado en la sociedad”, le respondió mientras la alumna rompía en llanto. Todos estos testimonios están documentados y hasta existen videos de algunos detalles, según algunos consultados.
No se sabe cómo pero estos detalles llegaron a los oídos de las máximas autoridades de la UNAP. Pidieron ver las pruebas. Así, el rector y los vicerrectores se vieron con las pruebas de este sistema mafioso. Y se enteraron que dos empleados de la Oficina General de Asuntos Académicos no sólo protegían a algunos docentes sino que apoyaban este tipo de barbaridades, cambiando las notas, según el acuerdo ya remunerado. Como aquellos trabajadores eran contratados el mismo rector ordenó la separación inmediata. Así se hizo. Consultado al respecto, Jorge Arévalo, alcanzó a decir sin dar mayores detalles que por lo menos dos de las tres autoridades que leyeron los testimonios sintieron repudio, a punto de sentir náuseas, que todo ello les causaba. Y es que las confesiones producen arcadas a cualquiera.
Como los estudiantes se dieron cuenta que la cosa va en serio. Es decir, el combate a esta mafia que compra y vende notas, mostraba decisiones que otras veces no se daba, comenzaron a multiplicarse los que deseaban contar su experiencia. Así, hay por lo menos cincuenta versiones firmadas por alumnos, además del número de DNI y algunos sumaban a ellos su huella digital, donde se detalla las pillamadas, cambiazos y chantajes sexuales. Pero, luego de recibir esos testimonios, un detalle llamó la atención de las autoridades de la Facultad: se repetía constantemente el nombre del doctor Luis Orbegozo Farfán.
Como no había lugar a dudas, las autoridades comenzaron a tomar decisiones. Las más compasivas era con la separación del docente de la responsabilidad de la jefatura de curso y con ello la de elaborar los exámenes. Cuenta una autoridad que por lo menos dos docentes –ante las evidencias- reconocieron su participación en los hechos y aceptaron la sanción y prometieron no reincidir. “Les estamos vigilando y parece que ya no tienen esas andanzas”, confirmó una fuente consultada. Pero, curiosamente, Orbegozo negó su participación en los hechos, a pesar que tiene dos hijos metidos hasta los tuétanos en la mafia. Pero no solo eso. Sino que denunció por abusos de autoridad a quienes le quitaron la responsabilidad del curso y el caso se encuentra en la dependencia policial en donde, según sabemos, tendrán que rendir su manifestación.
Pro & Contra ha querido tener acceso a los testimonios, pero el decano de Medicina nos dijo que había la promesa del anonimato de los alumnos denunciantes por temor a las represalias que podría caer sobre ellos. Pero nos impresionamos cuando con nuestros propios ojos vimos y leímos algunos párrafos de todo el folder de las denuncias. Más de un testigo ha coincidido en señalar que en el curso de Endocrinología y Semiología Endocrinológica quienes se encargaban de vender los exámenes eran los hijastros de Orbegozo. Hay médicos que aseguraron a este diario que “hace más de seis años se habla eso de Orbegozo y también de quienes venden tesis y son jurados en los exámenes de grado”. Los mismos consultados aseguran que hay videos que se grabaron con cámaras ocultas donde se comprueba la participación de los hijastros en estos hechos. Aún así Orbegozo lo sigue negando. Unos colegas suyos incluso afirman que las autoridades de la Facultad de Medicina mostraron los testimonios al propio Orbegozo y aún así él continúa negándolo todo. Tan negándolo que luego que se archivara no se quedó tranquilo. Ha vuelto a denunciar a Néstor Nájar y Jorge Arévalo. Y ellos ya han sido citados para dar su manifestación. Claro, pero eso es otra historia.
Felicito al Dr. Jorge Arevalo por enfrentar esta vergonzosa mafia de notas, una verdad que nadie desconoce en Iquitos, pero que todos prefieren callar…
Esta deshonrosa realidad no se limita a la Facultad de Medicina de la UNAP, sino que abarca a las demas facultades e incluso a la UPI, donde la mafia es mas escandalosa, cobran mas caro y no hay un «Chololongo» con pelotas de acero que los denuncie y confronte…
Este tema es interesante, que degrado, por eso, cuando asisto a un consultorio de cualquier especialidad, lo primero que hago es mirar el título obtenido y ver la Universidad y la capacidad del profesional, nosotros como adultos sabemos que casa superior es competente. Yo tengo una hija en la UNAP, eso si ingresó sacándose la mugre no pagué a nadie pero adentro ya es otra cosa y si existe rumores de las coimas es que se corte de raiz a los comechados , pero veo con tristeza lo que acontece, y deberian los Decanos ponerse a trabajar en esto para que el nombre UNAP no sea mal interpretado, ya que en la misma capital se tiene buenas referencia de esta Universidad Nacional de la Amazonia. Que no pierda lo que se ha construido y fortalecido año tras año.
Ya era que vayan cayendo uno por uno esos desgraciados perjudicando a la gente que verdaderamente estudia. No solo ahi hay corrupcion en la facultad sino tambien en los misnos examenes de adnision que se toman cada cierto tiempo donde los alumnos para ingresar a una carrera como medicina pagan 4500 soles. Solo se que el 80 % de vacantes estan vendidas y lo que resta no. Por eso mi tio se retiro del area de elaboracion de examenes de adnision de la unap disculpando la palabra son una tira de corruptos. Y no todos los son a exepcion de algunos. Y felicitaciones a Dr Jorge Arevalo por tener la valentia y la osadia de denunciar y acabar este problema
Que verguenza!!! que pena saber que algunos de los futuros medicos de la UNAP, no sepan ni donde están parados en el campo… pobres pacientes, mi alma mater de contabilidad,que tenga esa fama de coimera, da bronca, pero ahi se tiene que cortar el problema de raiz, porque asi nos reconocerán como la Universidad de los bagotes que no estudian asi no todos sean iguales… pero la gente siempre generaliza y no nos querrán recibir en ningun lado con esa fama. Pena total desde Argentina…
NO PUEDE SER TANTA CORRUPCION HAY EN ESTA UNIVERSIDAD, DEBEN DEJAR ESTUDIAR A LOS QUE CON VOCACION DECIDEN HACER ESTA CARRERA, PROFESORES AYUDEN A LOS FUTUROS MEDICOS CAPACITANDOLOS Y ELLOS DEN UNA BUENA IMAGEN DE ESTA UNIVERSIDAD.
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