Los mismos trabajadores conocen robos de piezas y medicamentos. Es hora de fumigar no la infraestructura sino a las personas. Mercy Panduro puede hacerlo. Se necesita decisión y respaldo.

Desde que el doctor Carlos Calampa asumió la Direccción del Hospital Regional de Loreto “Felipe Arriola Iglesias” habló en varios medios de la existencia de una mafia que desaparece medicamentos y equipos. “No puedo estar gestionando la asistencia médica y cuidando que no desaparezcan las medicinas, ayúdenme ustedes en eso”, llegó a decir en una entrevista con Pro & Contra Digital. Cuando dejó ese cargo para asumir la Dirección de la DIRESA siguió con esas denuncias. Mercy Panduro reemplazó a Calampa en el HRL y siendo la Presidenta del Cuerpo Médico seguro que tiene conocimiento de todo lo que sucede en el hospital.
En cuanto a las bandas organizadas al interior del hospital que comercializan el oxígeno y los medicamentos, la directora Panduro dijo el domingo en la mañana que se debe dar un castigo ejemplar a los responsables, caiga quien caiga. “Ese es un tema que gracias a Dios ocurrió en esta pandemia y lograremos encontrar a los responsables y dar un castigo ejemplar, caiga quien caiga, tenemos que identificarlos y no solaparlos, la justicia debe primar”.

La noche del domingo al finalizar la misa el padre Miguel Fuertes dijo a manera de denuncia e imploración: “Si hay intenciones extrañas sobre la ayuda que todos estamos dando, les invocamos a sus autores a abrir su corazón y comprometerse, no con nosotros, sino con quienes más lo necesitan, que el Señor nos bendiga”. Se refería a los problemas que tiene en las dos plantas de oxígeno. Aunque en la mañana del lunes no fue tan categórico en los diversos medios de comunicación donde fue entrevistado, era evidente que algo anda mal en las instalaciones del HRL.
La misma mañana del lunes el periodista Salvador Lavado escribió en las redes sociales: “Una fuente del hospital regional me indica que son los de mantenimiento quienes están acostumbrados a dañar y/o robar los equipos de ese nosocomio. Dicen que les hacen seguimiento, ojalá los capturen y sancionen de manera ejemplar. Esta es una charla del 14 de mayo entre un amigo que trabaja en el hospital y yo, cuando advertía que eso pasaría y la última es de hoy, saquen conclusiones”. En ese post se muestran charlas de WhatsApp en los que se advierte la existencia de trabajadores que tienen la costumbre de malograr los aparatos en tiempos normales. Con eso, evidentemente, perjudican la salud de la población y ponen en riesgo la vida de los pacientes.

Salvador Lavado resaltó que desde hace varios años se ha instalado en los círculos laborales del hospital regional un grupo de trabajadores que desmantelan los equipos y que no son denunciados por un falso espíritu de cuerpo y que, además, todo ello ha sido corroborado por los mismos empleados. Otras veces no era tan evidente pero ahora con esta pandemia la situación ha desbordado, dijo al señalar que espera que la nueva dirigencia del Sindicato haga algo al respecto.