Para mayor ironía de la perra vida urbana iquiteña de hace tiempo, la energía eléctrica del vecino, el generador del cine y teatro Alhambra, alumbró a toda luz la mesa redonda -o cuadrada- que los miembros del Municipio Edil de Maynas realizaron para ver el problema de la luz eléctrica. Ver el problema no solucionarlo y eligieron una mala hora, las 6 de la tarde, cuando ya las sombras se apoderaban de la isla de antaño. No sabemos por qué o por cuánto no eligieron otra hora, hora cuando abundaba la luz del sol que era gratis. La cita fue en el local que mandó botar el alcalde Abensur, prometiendo con letrero de por medio que allí se edificaría un centro de oficinas ediles. La reunión consistorial de emergencia de ese tiempo no sirvió para mucho y la luz siguió apagándose. Y esa luz alquilada o prestada o gratis, dice bastante de un servicio que siempre fue deficiente.
El generador del Alhambra que fue prestado al mismo municipio dice, por ejemplo, que los negocios o comercios de antes no confiaban en nadie, menos en los de la empresa de la luz y tomaban sus previsiones antes del estallido repentino de los apagones. Dice, también, que era mejor bailar con el propio pañuelo, jaranearse solos y sin orquesta de por medio, para tener la corriente eléctrica en casa o en el negocio. La crisis del servicio de luz ya estaba allí, en su insuficiencia. Dice, además, que las mismas autoridades no tenían el suficiente carácter para gastar en equipos propios, y preferían molestar a los otros, para seguir haciendo sus cositas.