CURÁNDOSE EN SALUD
Javier Vásquez
La palabra pie viene del latín pes o pedís. Esta palabra puede significar varias cosas, a saber: parte del cuerpo que se encuentra al final de las piernas y debajo del tobillo. También es una unidad de longitud del sistema inglés equivalente a 30.48 cm. También significa el tallo o tronco de una planta. En el teatro es el texto que dice un personaje para introducir la intervención de otro. En arquitectura es la estructura donde se apoya algún elemento ornamental. En poesía es una unidad métrica formada por un reducido número de sílabas.
Con tantas acepciones de la palabra uno tiende a marearse, pero, evidentemente, vamos a explayarnos sobre la primera definición.
El pie está formado por una parte ósea: el tarso con 7 huesos, entre los que se encuentra el calcáneo, el metatarso con 5 huesos largos y las falanges que suman un total de 14. Los huesos suman un total de 26, tiene 33 articulaciones y más de 100 músculos, ligamentos y tendones.
Tiene 4 funciones básicas: adaptarse a superficies irregulares, funcionar como una palanca rígida que crea la fuerza de propulsión necesaria para caminar, trasladar las fuerzas de rotación producidas por la cadera y absorber el frecuente impacto.
En comparación con los pies de animales encontramos estas diferencias: los pies del caballo están formados por un solo dedo llamado pezuña, los rumiantes tienen 4 dedos pero solo 2 le sirven para poyarse, los elefantes tienen cinco dedos pero muy cortos.
Algunas curiosidades a tener en cuenta son: una persona promedio camina unos 10 000 pasos por día. Eso equivale a unos 93,225 kilómetros a lo largo de su vida, suficiente como para dar la vuelta al mundo cuatro veces. El récord de los pies más grandes lo tiene Matthew McGrory (el actor más alto del mundo, conocido por la película Big Fish –El gran pez- dirigida por Tim Burton), quien calzaba zapatos número 62.
El pie puede sufrir varias enfermedades, siendo algunas de las más frecuentes el juanete o hallux valgus, el dedo en martillo o garra y las micosis que son las infecciones por hongos, llamadas también dermatomicosis cuando se asientan en la piel y onicomicosis cuando se asientan en la uña y son producidas generalmente por mala higiene o mala técnica de secado.
Algunas recomendaciones para evitar estas enfermedades son mantener los pies limpios y secos, especialmente entre los dedos y las uñas apropiadamente cortadas, usar jabones neutros en los pies y secarlos suavemente con una toalla limpia. Usar talcos antisépticos si tienden a oler mal. Usar calzado adecuado, comprobar que estos sean cómodos. No usar medias o calcetines con elásticos superiores ajustados ya que dificultan la circulación de sangre, por último tratar de caminar descalzo en arena o césped, ello evitaría pisar mal que puede llevar a esguinces o fracturas.
La podología es una especialidad médica encargada del estudio de las patologías y alteraciones que afectan al pie, no confundir con pedicurista que tiende a tratar las afecciones del pie que no requieren la intervención del médico, quien lo practica debe conocer este límite. La podología, inclusive, tiene algunas especializaciones prácticas: la deportiva, la geriátrica, la pediátrica, la laboral.