Foto diario El Comercio

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Country manager de Geopark en Perú, Bárbara Bruce, que operará proyecto Morona:

ESCRIBE: Jaime Vásquez Valcárcel

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Mientras los nativos de Saramurillo protestan de manera cíclica provocando la atención del Poder Ejecutivo que, luego de conversaciones/negociaciones, concluye con firma de actas y compromisos que en la mayoría no se cumplen y forman parte de un círculo vicioso que impide el desarrollo la principal ejecutiva de la empresa que operará el lote 64 (proyecto Morona) los últimos meses del próximo 2020 afirma que los nativos están con ellos. ¿Será verdad tanta belleza? Esperar para comprobar.

La empresa estatal peruana tiene el 25% de participación en este proyecto y facilitará el Oleoducto Norperuano para el traslado de la producción. La misma se hará inicialmente en barcazas hasta la estación Morona del ONP.

Hace algunos días Bárbara Bruce fue entrevistada por el periodista Juan Saldarriaga del diario “El Comercio”. Le preguntó: Varias observaciones al EIA provienen de nativos achuar que se quejan de haber sido excluidos del proyecto. ¿Es así?

Las comunidades que trabajan con nosotros en el área directa del proyecto son achuar. Entonces, cuando dicen que los nativos achuar no está de acuerdo, yo les digo que sí están con nosotros y que apoyan el proyecto. Pero quizá hay un grupo alejado que tiene otra opinión. Estamos abiertos a conversar con ellos.

La respuesta es tan convincente como diplomática, pues deja abierto el diálogo por si se presentan conflictos. Hoy mismo el “conflicto” mayor lo tienen desde agosto del 2018. Ese mes presentaron ante SEACE el Estudio de Impacto Ambiental (EIA). Desde esa fecha les han solicitado detalles y aclaraciones, las que han sido remitidas hasta la semana pasada y sólo esperan la aprobación para fijar la fecha de inicio de los trabajos. Geopark espera que la aprobación sea antes de julio porque la época de vaciante se inicia en la Amazonía entre agosto y setiembre y si les coge ese período podrán trasladar todos los materiales. De lo contrario tendrán que esperar más tiempo y se perderá la oportunidad de ingresar el 2020 al lote que antes operaba Talisman después que Oxi estuvo en la zona. Como toda actividad extractiva en la Amazonía intentan aprovechar la época climática que más se adecúe a sus quehaceres. “Morona está en un área muy lluviosa y el único acceso es por río. Si este no tiene agua no podremos transportar el equipo pesado y si tiene mucha agua, no podremos construir la infraestructura debido a las lluvias”, señala Bárbara Bruce al periodista.

El lote 64 alberga 150 millones de reservas probadas y posibles de petróleo liviano. Es de alta calidad y la empresa proyecta inicialmente una producción de 10 mil barriles (el 25% de la producción nacional actual) y paulatinamente esperan llegar a 50 mil barriles por día. “Eso ayudará a la visión de desarrollo del sector”, afirma Bruce.

Se ha especulado mucho sobre el origen de la inversión de esta empresa. La misma ejecutiva explicó que “Geopark es una empresa sui géneris. Nuestros principales accionistas son norteamericanos, pero muestra base corporativa está en Buenos Aires. Cotizamos en Nueva York, pero nuestra dirección de constitución está en Chile y nuestra principal producción (de petróleo) está en Colombia. Somos una empresa latinoamericana sin arraigo en un solo país. Estamos en Argentina, Chile, Brasil, Perú, Colombia y Ecuador, y apuntamos a ser el principal operador petrolero latinoamericano en el continente”. Como se sabe el capital no sabe de nacionalidades y está donde encuentra mejores condiciones. En Perú, seguro por estrategia empresarial y para evitar que los encapsulen con uno de los países donde tienen sede han preferido constituir una alianza societaria con Petro Perú. La empresa estatal peruana tiene el 25% de participación en este proyecto y facilitará el Oleoducto Norperuano para el traslado de la producción. La misma se hará inicialmente en barcazas hasta la estación Morona del ONP. Cuando produzcan 20 mil y posteriormente 50 mil barriles diarios utilizarán el ramal Situche, pues con ello ahorrarán en el uso de barcazas.

El proyecto es tan grande que puede superar los 500 millones de dólares. Inicialmente será la misma Geopark la que invierta 130 millones de dólares. Y, por la magnitud del riesgo han previsto todos los detalles y solo esperan que se apruebe el EIA. “Es tal nuestra confianza que ya hemos comprado la tubería que nos permitirá instalar un ducto flexible de 45 kilómetros desde los pozos de producción hasta el río, donde esperan las barcazas de transporte”, señaló Bruce.

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