Ngugi Wa Thiong´o
Solo el que vive en la espesura, sabe como es. Debido a esto, un extranjero nunca puede convertirse en el verdadero guía de otro pueblo.
Mientras leía la novela “El diablo en la cruz” del escritor keniata Ngugi Wa Thiong´o de acuerdo a las noticias que llegaban del continente africano había mucha conflictividad social en muchos países como es el caso de Kenia, Burkina Faso, Nigeria, Ruanda. Desgraciadamente, las democracias en África son democracias de élite, no penetra a las diferentes capas sociales y, eso claro, eso genera un descontento generalizado – estas mismas palabras hace un tiempo, decía Domingo García Belaúnde, constitucionalista peruano, para el caso latinoamericano y, me parece, que ese diagnóstico todavía persiste a lo largo del continente amerindio. La novela de Ngugi Wa Thiong´o es un canto coral de rabia contra el colonialismo de toda bandera que asola en el continente africano- en América latina el colonialismo está más solapado, se ha mimetizado en las clases dirigentes aplicando políticas de dominación como el racismo y el olvido. En la reseña se dice que la novela lo escribió en papel higiénico mientras estuvo en la cárcel por cuestiones políticas, léase sublevarse contra la política neocolonial que se implementaba en Kenia. Lo escribió en su propia lengua el gikuyu como testimonio para que mucha gente pudiera acceder a parte de la memoria del país ¿se podría hacer una novela en kukama sea oral o escrita? Además se observa que a lo largo de la novela se insertan dichos populares (“El leopardo no sabía desgarrar, le enseñaron”, “la prisa excesiva estropea el boniato”), cánticos y los personajes cuentan su vida cuando viajan en un matatus (es un autobús que atraviesa diferentes lugares de Kenia y de África como el toca toca de Guinea Bissau). Uno de los protagonistas emblemática es una mujer, Jacinta Wariinga-Gaturia, una mujer colonizada mentalmente que cambia a una chica consciente de su realidad y lucha por cambiar lo que ocurre en su país cuando concurre a una reunión donde hablan los políticos y empresarios sinvergüenzas que han expoliado el país con el auspicio de los representantes de las grandes naciones occidentales, es de un gran simbolismo ese encuentro mafioso donde explican como roban a sus paisanos y a su país. Cuando terminas la novela todavía la indignación, por la injusticia, fluye por tu sangre. Me parece que ese era el objetivo de Ngugi Wa Thiong´o y lo ha logrado con creces.
P.D. Mzungo en suajili es diablo.
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