El agua, que abunda en la Amazonia, es un bien esencial para la sobrevivencia humana, pero las fuentes de contaminación son cada vez mayores
Querida Amazonía, Papa Francisco
El Papa Francisco en su exhortación apostólica «Querida Amazonía» tiene un capítulo expreso sobre el agua y su importancia, también señala peligros, en el país sejeño, como diría a la selva la abogada Miguelina Acosta Cárdenas. Una de las grandes luchas en los próximos años en la selva será la del agua. Las mujeres del pueblo Kukama, integrantes de la Federación Huaynakana Kamatahuara Kana, están avalando una demanda para el reconocimiento judicial del río Marañón como sujeto de derechos, lo hacen y dicen también pensando en las generaciones futuras, así lo ha señalado Mariluz Canaquiri, presidenta de la asociación. Recordemos que el pasivo ambiental en ese río es muy serio; me viene a la memoria entre quienes levantaron la voz en alto ante este desastre ambiental en el río Marañón fueron las compañeras y compañeros de Radio Ucamara de Nauta en un primer momento. La demanda presentada advierte las series limitaciones de la legislación sobre el tema y toma en cuenta los avances normativos de ciertos municipios, ante este panorama se ha activado la vía judicial para el reconocimiento del río Marañón a través de la acción de amparo. En el Derecho comparado hay unos avances al respecto, presumo que la vía judicial será larga y sinuosa; aunque también es una gran oportunidad para los operadores judiciales de la Corte de Loreto para reafirmar jurídicamente la defensa de la Amazonía. Pero esto no se queda allí. Hace unos días en las Comunidades de Santa María y Pisco, por el río Nanay, en la Región de Loreto, Perú, las poblaciones cansadas de la negligencia de los funcionarios públicos han bloqueado el libre tránsito por el río, con el ánimo de llamar la atención porque la autoridad se hace la vista gorda ante la minería ilegal que ingresa por ese río. Hay que recordar que el río Nanay es uno de los principales cuerpos de agua que la ciudad de Iquitos recoge para la potabilización y la minería ilegal está contaminando con mercurio, y las poblaciones de estas comunidades lo sufren en carne propia. Ha habido una seria y preocupante balacera que ha ocasionado serias heridas a un poblador casi dejándole sin poder caminar. Ante todo, hubiera que aplaudir el desprendimiento de estos comuneros que buscan en sus demandas y acciones, la salud no solo de ellos sino de todos los floristanos que viven en la ciudad. Es decir, en la Amazonía norte desde hace un tiempo atrás las aguas están agitadas por la omisión de sus autoridades que le cuesta hacer andar la precaria institucionalidad extractivista existente. La Amazonía tiene una densa maraña normativa que el Estado puede activar para el buen vivir de la ciudadanía. Lo pueden hacer por el bien común.
P.D. Debo confesar mi apego al río Nanay, parte de mi infancia y adolescencia la viví a orillas de ese río y mostrar la solidaridad con los comuneros de Santa María y Pisco. Y con el río Marañón que nos ha enseñado tanto.
*Los Karuara en el universo kukama son los guardianes de los ríos.