Después de las fogosas elecciones del 2014, ante los incontables inconvenientes ocasionados por los títulos extraños, los membretes falsos, los estudios no realizados, los diplomas fraguados, los cartones bambeados se reunieron en un antiguo chifa sesudos estudiosos peruanos. La misión era evitar los excesos y mentiras de la llamada hoja de ruta, que era un destino turístico sino la biografía de cualquier candidato. Los debates no se hicieron esperar, las discusiones tampoco. Pronto estallaron recriminaciones, insultos, amenazas. Pero gracias al espíritu de cuerpo, rubro que nada tenía que ver con la anatomía o el vino, se decretó la supresión de doctorados, bachilleratos, licenciaturas, monitores de clases, para participar en las elecciones del futuro cercano y lejano.
El único requisito para meterse de cuerpo entero en cualquier contienda de las ánforas era no tener título. Es decir, podían buscar los votos aquellos ciudadanos que habían pensado terminar una carrera, esfuerzo que nada tenía que ver con el atletismo sino con los estudios, aquellos que habían interrumpido una profesión por algún hecho inevitable como el de agenciarse una suegra, aquellos que estudiaban a distancia y otros derivados del intitulamiento nacional. Evidentemente, las nuevas hojas de ruta eran más reales y honestas. Nadie podía entonces mentir porque no era necesario. Eso de doctor de esto, de ingeniero de lo otro, cayeron en franco desuso. Las elecciones parecieron encontrar un punto de decencia. Pero, lamentablemente, no fue así.
En el índice de candidatos comenzaron entonces a aparecer conocidos personajes que durante toda su vida habían paneado con esos títulos que al final de la batalla y muerto el combatiente no era gran cosa. No tenían ningún título, carecían de historial de grados y estaban estudiando la secundaria en la nocturna sin amontonar sus certificados anteriores. Desde luego, esta demás decir que se derogó la ley eleccionaria y se borró para siempre el único capitulo conocido como Intitulados. ¿Tan corruptor puede ser el pequeño poder en este país?