[Néstor Bernuy]:

Escribe: Katty Riveros Montalván

Katty_riveros7@hotmail.com

Espera que algún día su familia se acuerde de él y venga a visitarlo. Desea que su próximo cumpleaños cuando cumpla 110 años sea una fiesta de unidad y agradece a las personas que sin ser familiares se preocupan por él.

Néstor Bernuy aconsejó a las familias y en especial a los hijos, que los adultos mayores no son un estorbo y es en esa etapa que los hijos deben valorar más a sus padres.

Lo conocimos en medio de la celebración de los 61 años que cumplió la Casa Estancia “San Francisco de Asís”, más conocido como el asilo de ancianos, ahí encontramos en una silla de rueda a un ancianito que con su mirada tierna cautiva a sus compañeros y le guardan un gran respeto ya que es el más antiguo de todos y el mayor, no por algo guarda grandes historias en sus 109 años de vida, nos referimos a don Néstor, este anciano nos cuenta sobre su vida y como fue a parar en aquel centro de las canas blancas.

Néstor Bernuy Castillo nos abrió el libro de su vida y nos contó como así llegó a Iquitos, “yo nací el 08 de agosto de 1905 por el Marañón, en un pueblito llamado Vista Alegre, ahí me crie con mis 4 hermanos junto a mis padres, recuerdo que de niño era muy travieso y vivir por el río era tener una vida tranquila, lo que más adoraba era jugar con mis hermanos y amigos sobre todo bajo el agua”.

El abuelito añora esos tiempos con mucha nostalgia y menciona que a los 15 años se vino a Iquitos junto a su familia, estando aquí se puso a trabajar de todo, empezó apoyando en una granja, después estuvo como ayudante de cocina en un restaurante donde el dueño era un japonés, “cuando empecé a trabajar me metí en todo pero lo que más recuerdo es que trabaje por buen tiempo en una granja y después estuve laborando en un restaurante de comida japonesa y mi jefe dejó todo, vendió el local y me quiso llevar, era una gran oportunidad para salir y cambiar mi futuro, pero la tristeza me embarcaba y no podía dejar a mi madre y mis hermano, yo era un mocoso que no sabía lo que quería y no acepté la propuesta del japonés, aunque después me arrepentí (risas)”.

Como todo loretano, Bernuy indica que era un ‘moshaco’, desde joven le gustaba enamorar a las chicas y dijo que tuvo varias enamoradas y que una chica le robo el corazón, pero nunca fue correspondido ya que solo lo quería como un amigo y prefirió alejarse de ella. “Siempre tuve suerte con las chicas, pero solo hubo una que me rechazó, sufrí mucho por ese amor, pero con el tiempo conocí a una gran mujer que se convirtió en mi esposa, Manuela Huamán, era la mujer que ame tanto, pero ella se adelantó y me está esperando en el cielo”, manifestó.

Al llegar a esa parte, sobre su vida familiar, don Néstor se pone melancólico y dice que los hijos jamás deben olvidarse de sus padres, “al hablar de este tema me pone melancólico, para empezar quiero decir que tuve una buena mujer que compartí grandes momentos felices a su lado, tuve una hija llanada Manuela como su mamá, de lo cual no sé nada de su vida, no sé si está fuera de Iquitos o si sigue viva, no sé si tendré nietos, ella me vino a dejar acá hace 25 años y dijo que regresaría por mí, pero ya me cansé de esperar y ella desapareció de mi vida, creo que acá terminaré solo” dijo entre lagrimas.

Asimismo señaló que desde hace 25 años se encuentra en la casa estancia del asilo de ancianos y que ahí vive alegre por fuera, pero por dentro se encuentra triste porque no tiene la compañía de su familia, “sufro mucho porque me hace falta mi familia, los hijos no deben olvidarse que tienen padres, recuerden que nosotros como padres los hemos mantenido y entregado mucho amor, pero ese amor debe ser reciproco, cuando llegamos a la tercera edad es ahí que necesitamos más amor y comprensión, no entiendo porque los hijos pagan mal, porque abandonan a sus padres”.

Bernuy Castillo dijo que a sus 109 años, siente que ha vivido lo suficiente y que ahora sufre de reumatismo y se encuentra en una silla de ruedas ya que no puede caminar porque los dolores que sientes son fuertes.

Por otra parte mencionó que le gusta la polca y que recuerda que bailaba esos ritmos hace tiempo, “antes la música era muy buena, pero ahora cualquiera canta, ya no es como esos buenos tiempos donde se declaraba a una dama y solo se le enamoraba con cartas de amor y poesía, pero ahora eso también cambió, los jóvenes de actualmente no se enamoran solo están con una chica para divertirse y no debería ser así, a una mujer se le debe respetar y poner en un altar”.

Actualmente don Néstor convive con sus 42 compañeros en el asilo y que la mayoría son hombres y solo hay 9 mujeres, “acá nos ponernos a jugar y conversar sobre nuestras vidas, hay tantas historias que muchos desconocen y cada uno guarda en su memoria esas páginas que poco se van rompiendo con el tiempo”, finalizó.