Percy Vílchez Vela

Cuando el aguerrido Perú fue eliminado en el mundial de Rusia 2018, todo el mundo pensó que los congresistas viajeros iban a regresar en el acto y volver  a sus labores entre los escaños. Pero, curiosamente, ninguno de ellos regresó a cumplir con sus obligaciones, a votar en mancha, a promulgar alguna ley.  Lo extraño del asunto es que ninguno  fue visto en el último partido que jugó la gloriosa blanquirroja ante la escuadra de Australia. Nadie daba cuenta de ellos y los servicios secretos de Rusia tampoco dieron con alguna huella de esos viajeros afortunados que un día dejaron a un lado sus obligaciones laborales  y se dieron la gran vida en el mundial citado. Los congresistas entonces fueron dados por perdidos.

Pero era imposible que se perdieron todos, en mancha. Algo extraño tenía que haber pasado para que todos ellos desaparecieran sin dejar un solo aviso y sin dejar rastros. El presidente del Congreso contrató los servicios de detectives de alto vuelo y mejor sueldo para que se dedicaran a investigar sobre el destino final de los pobres congresistas. Sus familias ya velaban sus ropas rogando a las vírgenes y los santos que siquiera les devolvieran sus cadáveres para enterrarlos en alguna parte. Poco después de la terminación del mundial se supo que uno de los congresistas estaba viviendo en una ciudad perdida del Asia.  Fue imposible abordarle, hacerle alguna pregunta,  pues no quería declarar. Pero ese congresista fue la pista que condujo hacia los congresistas que en realidad estaban escondidos.

Cuando el glorioso Perú de la pandereta, del circo y de los sueños fallidos, fue eliminado por Francia, los congresistas sintieron que en vano habían invertido tiempo y dinero. La temprana derrota no entraba en sus planes inmediatos. Ellos confiaban en el lustre y el brillo de la victoria pelotera. En sus ilusiones  no figuraba la eliminación. Ellos soñaban con disputar el título mundial con el seleccionado de Alemania,  y no quisieron volver al país. Ansiaban triunfos. Fue así que decidieron esconderse hasta el mundial de Qatar 2022.