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Adiós a los congresistas loretanos
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Nadie perderá nada si es que los cuatro congresistas loretanos, dos hombres y dos mujeres, no son reelegidos. Una de las preguntas del referéndum hacía clara mención al fin de la reelección de dichos representantes. Se acabó la vida entre los escaños, se acabó eso de andar de partido en partido buscando una reelección más. En el caso de los congresistas loretanos los cuatro desaparecerán de los escaños sin pena ni gloria. Resulta que en el tiempo en que han pasado en los escaños los cuatro representantes, Juan Carlos del Aguila, Jorge Meléndez, Tamar Arimborgo y Patricia Donayre, no han hecho nada de nada. No es exageración. Es una simple constatación. En todo el tiempo en que están en el Congreso ninguno de los congresistas ha presentado algún proyecto de ley que beneficie a la Amazonia, a Loreto, a Iquitos.
En todo ese tiempo es que como si la región verde no hubiera tenido parlamentarios. Todos ellos y ellas se perdieron en labores anodinas como representantes de esto y lo otro, como voceros de bancadas oficialistas o no, como furgones de cola en realidad de las decisiones del centralismo. Uno de ellos, Juan Carlos del Aguila, llegó a decir, en un evidente caso de autobombo que había logrado una millonaria inversión para Loreto, pero que todavía faltaba la aprobación del Congreso. Es decir, nada.
Entonces la no reelección de esos representantes es un premio para los electores que esta vez eligieron mal. Esperamos, con esperanza y optimismo, que los próximos parlamentarios sean otra cosa y respondan por fin a los intereses de la región en su conjunto. Y los nuevos congresistas se esfuercen por llegar a consensos sobre agendas mínimas que impliquen el desarrollo de la región que los eligió. Que no se anden en individualidades como muestran los actuales. Cada uno por su lado. Cada uno haciendo pompa por una ley que no se promulga u obedeciendo a la lideresa de turno. Ojalá que la no reelección no traiga más decepción.
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