Loretano murió en el VRAE
Conocida la noticia por los medios de comunicación, y tras haberse confirmado que el cuerpo de la infortunada victima sería velado y enterrado en Contamana, la población en general y cada una de las máximas autoridades provinciales, participaron de los honores póstumos siendo considerado como un Héroe nacional, mártir de la democracia.
Eran las 12.30 horas del soleado domingo 16 de octubre. En la base Judas, ubicado a 30 minutos del Batallón 116, el personal de tropa participaba de una guardia de rutina, cada uno ubicado en la planicie de un cerro, mientras que el sargento segundo EP Moisés Vásquez Chistama de 25 años de edad, se encontraba feliz porque en dos meses se daba de baja luego de haber permanecido en el Ejército Peruano por espacio de dos años, buscaba reencontrarse con su familia en Contamana, luego de haber pasado 15 días de vacaciones con una de sus hermanas en Lima.
Sin embargo, todo fue tan rápido que no le dio tiempo de reaccionar por parte de los efectivos, al haber sido sorprendidos por un grupo de criminales narcoterroristas en el cerro más alto del puesto de vigilancia donde se encontraban los soldados a tan solo unos 200 metros de distancia, desatándose una feroz balacera donde cada militar cuidaba su puesto.
Al escuchar las ráfagas de bala, los valerosos soldados comenzaron a repeler el ataque; sin embargo en un momento en que Moisés Vásquez Chistama se encontraba de espalda, los cobardes asesinos fue atacado a traición, debido a que al cargar su armamento y voltearse para reaccionar en su defensa y tomar posición de ataque poniéndose de pié, recibe dos impactos de bala en el pecho y un tercer impacto se incrusta en su corazón, muriendo instantáneamente tras desangrarse, mientras sus compañeros contrarrestaban el ataque subversivo.
Ese momento, el oficial de guardia pidió ayuda al Batallón 116, minutos más tarde un helicóptero acude al lugar para repeler al enemigo desde el aire, siendo impedido el aterrizaje por parte de los delincuentes. Fueron 20 minutos que parecieron eternos de infernal balacera de tierra a aire, logrando finalmente evacuar el cuerpo sin vida previo recibimiento con honores y un reconocimiento por su heroísmo por parte de sus promociones de armas, oficiales y subalternos, para posteriormente ser trasladado a Lima, luego a Pucallpa y finalmente ingresar a Contamana junto a las máximas autoridades militares del Ejército, la Marina de Guerra y la FAP. El Ejército representado por el Jefe de la base de Pichari y un emisario del Presidente Ollanta Humala, entregó una carta a la familia del héroe caído en armas, escrito personalmente por el jefe de Estado.