La pasión si no es canalizada de forma adecuada deviene en violencia brutal e irracional. Las redes sociales en los últimos años han potenciado esto hasta convertirlo en una paranoia infrenable. Ya nadie está seguro luego de un error, falta o delito que haya cometido. Todos pueden ser ajusticiados sino es de manera real, puede serlo de manera virtual, que; a efectos prácticos, es lo mismo porque ante la luz pública lo convierte a ese sujeto en un inválido social.
Un caso muy didáctico de esta realidad es lo que pasa con el pobre mozo Swissotel que ahora está siendo buscado a nivel nacional por todas las plataformas digitales personales e institucionales. Ha sido expuesta su vida y se le acusa de administrar un aditamento prohibido a Paolo Guerrero que hoy lo tiene fuera del Mundial Rusia 2018.
Hablan de complot entre Chile y Francia porque los capitales de esta cadena pertenecen a estos países y tienen una rivalidad antigua y actual con el seleccionado nacional. Que en realidad fue premeditado porque íbamos a tener un partido contra Argentina en las eliminatorias y Perú tenía que perder para que Chile tenga más opciones y así cada vez más teorías conspirativas sobre la situación del actual “héroe” nacional Guerrero que no jugará por 14 meses. Hay una masa que ha sido convocada para protestar y embanderar las ciudades en respaldo del jugador y claro, los políticos también sacan algo de provecho. La cacería digital es incontrolable y seguramente la vida de este pobre hombre será un desastre de hoy en adelante. Algo de lo que pasa con las víctimas de linchamiento cuando se les encuentran robando o violando es lo que pasa en las redes sociales para poder catalizar la frustración de una masa que no encuentra respuesta en el sentido común o lógica de los hechos.
La sustancia benzoilecgonina existió en el cuerpo del jugador y de eso no hay la menor duda, que esta sea decisión sea exagerada y que no debería estar contemplada dentro de las prohibiciones porque no mejora el rendimiento o porque pueden estar dentro de las sustancias naturales que hay en países como el nuestro, es otra discusión que deben impulsar nuestras autoridades deportivas y políticas a partir de este momento, pero hay que tener presente que ni Paolo es indispensable en cualquier equipo y que nuestra historia depende de una sola persona por más motivadora que podría resultar.
Aquí no hay plan B o plan C para compensar la situación del conjunto que armó Ricardo Gareca desde hace años y que paciente e inteligentemente ha sabido promocionar cuando nadie creía en él. En ese entonces recuerdo que había mucha gente que exigía la salida de los Cuatro Fantásticos y ahora reclaman a uno por sobre todas las cosas. Aquí hay un grupo, un conjunto y es en eso que tenemos que basar la decisión y el futuro del deporte que más tristezas y alegrías le ha dado a la gente.