El nuevo gobierno griego elegido en las urnas ha hecho cambiar la lógica económica y de negociación dentro de la Unión Europea y ha servido de lección para algunos gobiernos cerriles. Que las negociaciones no son como las lentejas o las comes o las dejas. Por eso resulta poco comprensible la actitud del Nobel de Literatura que exige que Grecia pague su deuda sin observar las condiciones en la que se gestaron estas deudas y como se comportaron los acreedores (se hicieron los longuis con los informes financieros). Que poca empatía de nuestro Nobel a pesar que los escritores trabajan con esta emoción o sentimiento humano, de la empatía. En España casi todos los ministros de Economía o sus asesores han estado asociados a entidades bancarias o de especulación del capital como el JP Morgan o transnacionales entre otras (en Perú también), es decir, han puesto al gato en el despensero. Es por eso difícil que el Estado español plante cara a lo que diga el ministro de Economía alemán, que ha demostrado ser un negociador duro y de poca memoria. El gobierno socialista de Zapatero solo inclinó la cerviz, no dijo nada cuando le impusieron un programa de austeridad. Acató sin disentir y de rodillas. Y aplicó como un poseso las órdenes, léase programa de austeridad para la población pero no para las élites políticas y económicas (éstas últimas ganaron más en los tiempos de crisis, cruel paradoja). Fue una gran decepción Zapatero, era un líder sin atributos, lindando con lo gris, con pocos reflejos y previsión. El nuevo gobierno español de talante conservador con presidente de Gobierno mediocre (políticamente digo) y con un ministro de economía que venía del JP Morgan tampoco se molestó en discutir ese programa de austeridad. Era sólo apretar las tuercas a los que menos pueden. Y ahora en las negociaciones de Bruselas España es uno de los país más duros contra Grecia (la memoria es frágil), eso tiene una lectura política y de diván. Lo que sí es cierto es que Grecia con su actitud ha desnudado a los políticos españoles que cada día muestran sus miserias morales.
No hay mal que dure 100 años ni cuerpo que lo resista.
En el Perú ya vamos por 25 años de lo mismo y que vemos: corrupción al mas alto nivel institucionalizada primero por Alan Garcia y luego por Fujimori, los demás son cunchisitos frente a estos tiburones, seguimos mal con los sueldos y salarios (los mas bajos de la región), el sistema de salud está para llorar, de la educación mejor ni hablar, seguimos últimos (pruebas PISA), políticos mediocres, incremento de la delincuencia (miren nomas a Iquitos). Gracias a Alan somos el primer país productor de droga, somo uno de los paises que mas deforesta y destruye la naturaleza. Seguimos dependiendo de la venta de piedras y para remate el PBI se vino abajo. ¿Alguien en su sano juicio podrá decir que estamos ya casi para entrar en el primer mundo? A otro perro (del hortelano) con ese hueso.
Felicitaciones al autor de esta nota y bien dicho sobre lo que escribe el marqués, defensor de lo indefendible.
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