Esta afirmación la encontramos a diario o a lo largo de nuestras vidas. Las puntadas vienen de todas las direcciones y frentes. La lectura de novelas es peligrosa, pero ¿por qué es peligrosa? Cuando buscamos la respuesta se hace más compleja. A primeras de cambio, tenemos un precedente literario (más a la mano) que confunde un poco, de los tantos que hay, como es el caso de Alonso Quijano, el personaje de El Quijote de la Mancha, que de tanto leer se vuelve chiflado o la lectura de la realidad que él hace está alterada por los libros; él se monta en su rocín para vivir aventuras que ha leído en los libros de caballería. Este ávido lector no se queda en su torre de marfil porque sale al mundo, no se queda encerrado y hechizado bajo el aroma de la tinta de los folios que ha leído. Aunque las preguntan rondan ¿son peligrosas porqué nos vuelven unos redomados chalados?, ¿son peligrosas por qué alteran las mentes de los que leen?, ¿son peligrosas por qué nos alejan de la realidad? Detrás de estas preguntan se puede notar un evidente temor a los libros y a la lectura de ellas ¿Por qué los dictadores o en regímenes con tufo dictatorial se ensañan con las novelas y prohíben su lectura? Recuerdo que estaba en plena floresta y no entendí la persecución con amenaza de muerte sobre Salman Rushdie por una de sus novelas que para unos intérpretes había ofendido sentimientos religiosos y decretaron la pena de muerte contra el escritor. O la novela “Archipiélago Gulag” que narraba las atrocidades y vejaciones en régimen comunista al proletariado disonante. Parece colegir que lo peligroso o la peligrosidad de la lectura de las novelas residen porque quien lee saca sus propias conclusiones al terminar la historia; él interpreta lo que está leyendo y eso es lo que molesta a los poderosos: dejar pensar a las personas. Es un incordio al poder que las personas lean, piensen, razonen. En cada lectura se vive otras vidas y eso causa fastidio a los poderosos que quieren que te contentes con la única vida que llevas. Las novelas siguen siendo peligrosas más en estos tiempos de la dictadura de las redes sociales. La lectura es uno de los pocos momentos íntimos que gozamos todavía las personas y quienes ejercen el poder no lo quieren permitir y dicen que son peligrosas. Por eso, más novelas al mundo.
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