Trans

La reactivación del sexo online en Iquitos*La historia de Marcia Luisa

Por: Periodista 360

Trans

Marcia Luisa, me cuenta que antes de la pandemia el negocio del placer sexual en el rubro trans en Iquitos era rentable.

Su historia me la contó a través del celular, no hubo la oportunidad de entrevistarla de manera personal. Pero al escuchar su voz se nota que es una chica calidad y amable, Marcia Luisa, de 34 años de edad, nacida en Iquitos, es una mujer trans que al igual que muchas de sus compañeras la ha pasado muy mal durante los meses de cuarentena debido a la pandemia del nuevo coronavirus. Eso hizo que ellas dejaran el trabajo sexual ante el temor de contraer el temido covid19 e incluso más que el VIH-Sida. 

Marcia Luisa, me cuenta que antes de la pandemia el negocio del placer sexual en el rubro trans en Iquitos era rentable. Solo en un fin de semana podía atender hasta 15 clientes. A diferencia de otras chicas, Marcia Luisa se considera una mujer On Line y la mejor en este negocio. Sus clientes son exclusivos, dice. Además a ella solo la pueden contactar por celular o vía online. 

“La atención que doy es solo en hoteles o departamentos. El cliente me llama y yo voy, le doy el servicio como se merece y salgo y por eso me pagan. Pero eso sí, siempre con preservativo. En Iquitos, antes de la pandemia, mis principales clientes eran turistas nacionales y extranjeros, muy pocos locales, pero si había para todas”, explica.

Con la pandemia la cosa cambio para todos, más aún cuando el presidente en medio nacional anunció el inicio de la cuarentena y el toque de queda para todos. Era hora de quedarse en casa y protegerse, pero sobre todo proteger a los ancianos y niños. Lo entendió muy bien Marcia Luisa.

Durante los dos primeros meses de cuarenta, Marcia Luisa, al igual que muchos peruanos, tuvieron que hacer uso de sus ahorros. Más aún cuando su nombre no figuraba en ningún bono y las AFPs y CTS no estaba en sus planes porque nunca supo lo que era una planilla por el simple hecho de ser una persona trans. 

“En este mundo muchas chicas gastan lo que ganan en ropa, perfumes, juergas, yo no, yo ahorré y gracias a eso pude sobrevivir, mantener a mi familia, yo no tengo AFP, a mí no me dieron Bono, gracias a organizaciones LGTB como CHERL que nos entregó víveres teníamos que comer, además por el hecho de ser mujeres trans ninguna institución pública o privada me quiso dar trabajo porque si no hubiera tenido AFP, pero lamentablemente en Iquitos hay autoridades con la mente cerrada”, cuenta.

Una vez que los ahorros se acabaron y el apoyo de las instituciones ya no eran suficiente, Marcia Luisa rompió la cuarentena luego de respetarla dos meses. Cuando reactivó su servicio, no pasaron ni 24 horas y las llamadas de sus primeros clientes empezaron a ingresar. Las cosas eran diferentes ya que Marcia Luisa tenía que tomar medidas biomédicas de seguridad. No sólo para evitar alguna enfermedad de transmisión sexual sino, sobre todo, el nuevo coronavirus.

Marcia Luisa, nos dijo que en un primer momento al reactivar su negocio tuvo miedo que sus clientes ya no quieran sus servicios por exigirles mascarillas durante el acto sexual. “Yo ya no tenía plata y había que comer, así que no me quedó otra que reactivarme, como dice el presidente. Así que me adelanté a todas las fases, yo a mis clientes les pido que sigan todo un protocolo antes de ir al grano, si ellos quieren mis servicios antes deben bañarse, no atiendo a clientes que lleguen con estornudos o algún síntoma, nada de besos y siempre con condón”, explica.

El negocio sexual en Iquitos, para las mujeres trans, poco a poco se está reactivando. Por ahora no hay muchas chicas trans en las calles debido al toque de queda, todo contacto es online. Marcia Luisa nos dice además que, al igual que otros profesionales, ellas también están en la primera línea de batalla. Ya que algunos de sus clientes son médicos, policías y por ahí algún militar, quienes buscan sus servicios para poder olvidar la tensión del trabajo.

Al terminar la conversación reitera que otra de las cosas que aprendió en esta pandemia fue a valorar la compañía de su madre y hermanas como la de sus verdaderos amigos.