Una cosa es que te cuenten y otra que los veas en vivo y en directo. Una cosa es escucharlos y otra ver el rostro que tienen. Estoy sorprendido por la forma cómo se pronuncian dos personas que tienen que ver con la vida política de nuestra región. Una que ha sido autoridad –elegida dos veces por el pueblo, una como congresista en la alianza que Fuerza Loretana hizo con Perú Posible en el 2000 y otra como presidente de la región Loreto con la agrupación UNIPOL en el 2002- y otra que seguramente lo será en algún momento. Lo que hablan es penoso. Uno porque ha tenido problemas con la justicia que lo obligó a esconderse para evitar ser detenido. Otro porque sus padres políticos tienen problemas judiciales que ha llevado a esconderse al varón y a ser recluida en el penal a la dama. Así que me imagino del drama que se tiene que pasar cuando algún ser querido pierde su libertad o tiene la condición de fugitivo de la justicia.
Me estoy refiriendo a Robinson Rivadeneyra Reátegui y Fernando Meléndez Celis. Ambos, en diferentes momentos, han llamado “delincuente”, “ladrón”, “sinvergüenza” y otros adjetivos más al presidente de la región Loreto, Iván Vásquez Valera. Uno de ellos incluso ha dicho que los jueces si hacen bien su trabajo tienen que ordenar la detención del líder de Fuerza Loretana. Y, cada uno, afirma que no responderá a insultos de sus adversarios políticos y que ya es tiempo de acabar con la corrupción en Loreto.
Tanto Rivadeneyra como Meléndez, por lo menos han iniciado estudios superiores y, se supone, tienen la capacidad necesaria para expresarse con ecuanimidad y tranquilidad. Pero hacen todo lo contrario solo con la intención de derrotar en las urnas al rival electoral. Ellos se han convertido en los políticos que condenan a los demás y lanzan acusaciones con supuestos que solo cabe en las mentes de quienes han llevado la contienda política a un estado de malevolencia que –talvez- pueda llevarlos al triunfo electoral pero que los muestra como unos seres que desean el mal del otro sin nada más que la condición de ser adversarios electorales.
Rivadeneyra fue notorio impulsador de la candidatura de Vásquez Valera en diversas elecciones ya cuando tenía mayoría de edad. Así que no podrá decir que fue engañado por quienes dirigían la agrupación donde se tratan como hermanos. La militancia de FL le ayudó a convertirse en congresista y, seguro, él contribuyó a iniciar los cimientos de esa agrupación. Meléndez fue funcionario público en la DREL cuando su pariente político dirigía esta institución y recibía las acusaciones más despiadadas y, supongo, ha sufrido las vociferaciones inhumanas en contra de él y de la familia política que eligió. Así que ambos saben lo que hablan.
Es bueno que tanto ellos –como todos los que intervienen en esta campaña electoral- hagan un minuto de reflexión en la vida diaria. Que son opositores, claro. Que quieren ganar las elecciones, sin duda. Que unos tienen más posibilidades que otros, por supuesto. Pero que eliminen del vocabulario electoral términos que solo demuestran odio e intenciones que, cristiana y humanamente, no deberían desear a nadie.
Asi Como te Enedemoniaste Frente a tu Amigo periodista o comunicador Beuzeville Zumaeta al insultarle de la peor manera e incluso escribir segun tu un Libro dedicado a denigralo al cual pusiste por nombre «Idolos de Barro», todo para defender el Gobierno Corrupto de Fujimori al mando en la Region Loreto de Tomas Gonzales Reategui lo recuerdas, fue el quien te ordeno destruir a Beuzeville y te dio las armas necesarias para hacerlo dinero y una Imprenta que gracias a ello progresaste; mejor dicho lo que tienes lo debes a la CORRUPCION, y no te queda otra que defender a tu Primo Yvan para seguir manteniendo esa vida de lujos y ostentacion. Pobre CORRUPTO.
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