El nuevo sacerdote Reiber Silvano Ahuanari, de 34 años de edad, habló con Pro y Contra sobre cómo es que nació su vocación.
Todo empezó cuando sus padres decidieron salir de San Pedro de Tipishca, en la segunda zona del río Marañón.
Cuando deciden viajar hacia Flor de Punga en Ucayali, asistían a la iglesia de la orden cruzada, católica y evangélica, el padre Rember decide inclinarse por la religión católica donde nace su vocación.
“Mi mamá antes de morir no estaba de acuerdo, porque no éramos de la religión católica. Mi papá también, pero después se mantuvo en silencio”, indicó.
A sus 24 años empezó su preparación para consagrar su vida al servicio de Dios.
“Hay tensiones, demonios, dudas y cosas que discernir. Pero lo bonito es cuando uno está convencido de lo que quiere y por Dios hay que darlo todo”, manifestó.
Uno de sus deseos, es que cese la violencia en la zona de Versalles, labor que destaca debería empezar por la unión familiar e impartir valores hacia los hijos.