La semana del libro
Escribe: José Rodríguez Siguas
El 2012 se recordará como uno de los años más importantes en cuanto a la producción de libros de gran factura, pues los autores que se han venido publicando por TIERRA NUEVA así lo confirman; y es que los escritores son de distintos lares, que van desde nuestra floresta, de Lima y el extranjero (de Rosario, Argentina, para ser más precisos).
Esto que cada año viene creciendo debe ser apoyado no sólo por las autoridades (que tienen que aportar, definitivamente) sino también debe incluir a la comunidad en general. Por esta vez se priorizó a estudiantes de distintas Instituciones Educativas que involucró jóvenes del Generalísimo San Martín, San Juan Bautista, Nuestra Señora de la Salud entre otras instituciones (como el FORMABIAP, por ejemplo). Es decir, los estudiantes de secundaria con la Semana del Libro pudieron tener cerca a escritores como Ovidio Lagos, Miguel Donayre, Percy Vílchez, que estuvieron muy contentos por la acogida de sus libros, pero sobre todo que los estudiantes estuvieron muy efusivos a la hora de hacer preguntas, lo que acerca mejor al lector. Esta nueva forma de presentar libros rompe esa vieja creencia que el escritor es el único que puede hablar y el público a escuchar, como un ente pasivo, pero en esta oportunidad los alumnos pudieron preguntar, contradecir, replicar; lo que mantuvo despierto el interés del auditorio.
Y no sólo fue presentación de libros, además, estuvo el ciclo de conferencias que versaron básicamente sobre la época del caucho, periodo de triste recordación para los pueblos originarios como los boras y huitotos, principalmente. El gran beneficiario fue el público, pues se pudo departir e intercambiar ideas con Paco Bardales, Ana Varela, Manuel Cornejo Chaparro (investigador del CAAAP), y de manera tangencial se abordó el tema de la escritura y la lectura, donde autores como Percy Vílchez y Miguel Donayre hablaron sobre la pasión de la escritura y la devoción por la lectura.
Así fue como se llevó la Semana del Libro (hubieron otras actividades, que por el espacio no se pueden detallar) entre emotivos reencuentros, testimonios. Pero quien debe llevarse una mención aparte es el profesor Armando Cuya, quien estuvo a cargo de toda la organización, que frente a los impases (que son normales en todo evento) pudo resolverlos con gran eficiencia.
Ojalá que el próximo año TIERRA NUEVA realice una edición más de La Semana del Libro, pues lo mejor que se puede hacer es avanzar en el tema cultural (y también el educativo), que tanta falta nos hace.