CURÁNDOSE EN SALUD

Javier Vásquez

En febrero de 2015 se produjo el lamentable suceso de varias muertes neonatales en el Hospital Regional de Loreto con la consecuencia de la intervención de la Dirección Regional de Salud que dispuso el cierre inmediato de la Unidad de Cuidados Intensivos de Neonatología y Pediatría al encontrar varias deficiencias en equipamiento y procedimientos, haciendo llegar a la Dirección del Hospital observaciones que debían ser levantadas para la reapertura de los mismos.

Esto llevó también a la intervención del nivel central, a través del Ministerio de Salud, y de la Gobernación de Loreto, quienes dispusieron la remodelación de los servicios de neonatología y obstetricia, con la implementación de equipamiento adecuado, y el equipamiento de UCI pediatría.

Todo ello ha llevado, hasta hace2 meses, a la no atención de recién nacidos en malas condiciones, teniendo que derivar estos pacientes al Hospital Iquitos, EsSALUD y clínicas locales, ocasionándoles problemas terribles por la oferta limitada que tienen. Así mismo se dio el alejamiento de parturientas que preferían no ir al Hospital Regional por todo el problema mediático ocasionado.

¿Fue la decisión acertada el cierre de los servicios mencionados?. Creemos que no. En su momento fue mediático y poco técnico. Si habían dichas deficiencias se debería haber conminado al Hospital a resolverlas en la brevedad posible, sin dejar de atender a los pacientes. Pero se tomó esa decisión y se logró algo positivo que, en su inicio, no estaba en ningún plan: construir prácticamente un nuevo servicio de UCI neonatología que va a ser uno de los mejores a nivel nacional.

Pero esto no es suficiente: se necesitan neonatólogos y personal de enfermería capacitados. Se están trayendo de Lima, mientras tanto, especialistas que vienen a apoyar el trabajo de los pediatras del hospital. Se debe que entrenar a los pediatras en esta sub especialidad. Actualmente hay un grupo de médicos generales que están recibiendo esta capacitación, lo que no es lo ideal. Se tiene  que cumplir las normas técnicas de lavado de manos, ya que su deficiencia es una de las principales causas de transmisión de gérmenes, se necesita una supervisión constante para el cambio de actitudes, lo que en el papel parece sencillo, pero es una de las cosas más difíciles de cambiar. Se necesita compromiso de todas las instancias: los ginecólogos manejar bien a sus gestantes y evitar partos prematuros o recién nacidos en malas condiciones. Que los pediatras estén bien capacitados en procedimientos de urgencia: que sepan reanimar a un niño asfixiado, que sepan intubar vías respiratorias. Se necesita una comunicación constante entre pediatras y ginecólogos, coordinaciones diarias.

Es imperativo que en los centros de salud los médicos generales y las obstetras realicen un excelente control prenatal para que, en caso detecten algún riesgo de daño fetal, deriven oportunamente a la paciente al hospital que le corresponde para su tratamiento oportuno.

Un equipamiento de punta y un número de médicos especialistas adecuados no garantiza necesariamente una óptima atención. Los profesionales tienen que estar comprometidos con su obligación, con su rol en la sociedad. Con pocos recursos materiales se pueden lograr muchas cosas si hay mística. Es una buena noticia que en enero del próximo año contaremos con un servicio de Neonatología de lo mejor. Identifiquémonos todos con ello. También se debe contar con el aprovisionamiento constante de medicinas de los hospitales, cosa que es una deficiencia frecuente en ellos por falta de presupuesto o el manejo inadecuado de este.

Lo que no espera es serio y debemos ordenarnos. No están dando una casa de lujo. ¿seremos capaces de poder mantenerla?.