La primera tarea  

El legendario Antonio D’onadio Lagrotte, en su época de congresista, se perdía una que otra vez en el reposado sueño. Dormía entre los curules y en  incómoda postura, vencido probablemente por el esfuerzo de digerir tantos  discursos sin sentido.  Suponemos que el dorado sueño, despierto o con los ojos cerrados,  del líder amazónico estaba lejos de las leyes. Estaba en la remota ciudad de Iquitos. Probablemente añoraba que el  Frente Patriótico de Loreto no se durmiera en sus laureles. Ese deseo sigue actual y vigente  en momentos en que el humo blanco, señal definitiva de que todo está consumado, invadió los predios de esa organización en crisis.  Ello implica que tiene una nueva directiva comandada por el señor José Gómez Isla.

Ignoramos si dicho señor dormiría a pierna suelta entre los curules. Pero debe mantenerse despierto tantas horas si es que quiere sacar al Frente de su inoperancia, de su ostracismo, de su incapacidad de convocar a la ciudadanía. Antes, eso era pan comido y la multitud, ese montón oscuro y formidable,  se identificaba ciegamente con esa entidad. Hoy, el Frente parece haber perdido el rumbo. No sintoniza con el subsuelo social. La tarea es ardua, desvelada y tiene en su base la búsqueda del famoso, y casi nunca cultivado,  consenso.

Como en el colegio, en algún día de clases, sostenemos que la primera tarea del flamante frente es verificar lo que viene ocurriendo entre los Bora y los chilenos del mundo de la farándula  o del reality o del espectáculo. En el país del sur se armó un escándalo con las imágenes que se difunden, donde resalta la manipulación,  la mentira y un tufillo de estar tratando con seres de segunda mano, con perros del hortelano que no tienen derecho a la dignidad elemental, al decoro humano. ¿Debemos permitir que unos seres tradicionalmente marginados sigan siendo maltratados en las narices de Iquitos, ante la vista y paciencia de todas las autoridades locales?

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