Uno de los atributos de los funcionarios públicos/autoridades en sus funciones del cargo es la neutralidad. Si carece de ella podríamos estar ante el caso que lesionan la neutralidad como atributo/condición de un funcionario público. Es también una importante provincia dentro del gran mapa de la ejemplaridad pública. Esta situación en España es de risa. Se achica todo hasta oscurecerse. El presidente de la televisión pública en una sesión en el Parlamento señaló que votaba y seguirá votando en el partido conservador, y el pata sigue en su puesto como si nada hubiera pasado, no le han hecho mella esas patochadas. A pesar que los periodistas trabajadores le han señalado la falta de rigor, neutralidad y manipulación en la publicación de las noticias. Es una muestra de una democracia que necesita abrir puertas y ventanas. Las líneas rojas se han vuelto tenues hasta casi desaparecer. En el caso de Poder Judicial, y el manido concepto de la separación de poderes, el bipartidismo ha mangoneado a su antojo. Es decir, nombran y cesan jueces de acuerdo a su conveniencia con el beneplácito de la comunidad jurídica, se acalla la protesta si la hay (quien no sale en la foto está frito, parece decirse, y nadie se mueve). Es un proceso de selección, el de los jueces, altamente politizado, pero lo curioso es que luego de treinta y pico de años de democracia, recién se han dado cuenta que es un proceso perverso y vicioso, propio de los legados autoritarios. ¿Puede haber neutralidad? Hay un connotado cronista parlamentario que señalaba que la transición no llegó al Poder Judicial en España. En esta misma línea, un reputado profesor indicaba que muchos jueces se acostaron franquistas y se despertaron al día siguiente con la casaquilla de demócratas. Sufrieron una transformación como la cucaracha de Kafka. En este ámbito de la vida social española no hubo un proceso de lustración como en los países de Europa del Este. Y es una de las patas de las que cojea esta democracia. Y con estos graves defectos de diseño ¿cómo se atreven a mirar y criticar al Caribe?
Exactamente, pura hipocresia de los politicos que se regodean con la casta para mantener sus privilegios y sus cargos.
En el Perú supuestamente vivimos mas de 20 años de «democracia» sin embargo esos gobiernos «democraticos» son los que nos han llevado al actual estado de las cosas que vemos y vivimos hoy, es más, algunos quieren volver como si nada, engañando a la gente que son mansas palomas, pulcros y honestos, cuando todos sabemos que son los corruptos mas grandes de la politica peruana.
La neutralidad es un concepto que se ha perdido en todos los estamentos de la sociedad, salvo algunas excepciones, no existe tal concepto. La neutralidad tiene que ver con un tema ético y definitivamente en el Perú se debe trabajar duro y parejo para rescatar lo perdido.
Los comentarios están cerrados.