El perdón te hace libre. “Perdona a otros, no porque ellos merezcan el perdón, sino porque tú mereces paz”, decía Jonathan Lockwood Huie. Según la ciencia, en el arte de disculpase existen 6 fases esenciales.
Una investigación realizada por la Universidad de Ohio, reveló que existen seis pasos para emitir una disculpa digna de ser aceptada.
- Ante todo, sinceridad. Los científicos apuntan que, antes de ofrecer una disculpa, debes sentir arrepentimiento sincero. Además, apuntan que lo más importante es disculparse cara a cara.
- Aprende a distinguir quién merece una explicación. La sinceridad es uno de los valores más importantes, por tanto es primordial explicar claramente por qué cometimos el error.
- Responsabilidad. Los prejuicios han convertido el acto de pedir perdón en un síntoma de debilidad y no es así. Es importante reconocer la responsabilidad que se tiene en cuanto a los daños hechos.
- Remordimiento. La expresión emocional tiene que ser sincera y profunda, para que la víctima del error no se sienta engañada.
- El recuento de los daños. Expresar compromiso de reparar el error es muy importante a la hora de disculparse.
- La palabra mágica: Perdón. Pronunciar la palabra “perdón” es, para el estudio, el paso más importante en el proceso.
A veces puede más el ego personal que admitir que hemos hecho algo mal. Errar es de humanos. Una vez que hemos asumido nuestra responsabilidad, llega el paso dos, más complicado: ofrecer disculpas.
Harriet Lernes, reconocido psicólogo, afirma que estas son las 10 reglas básicas del perdón:
- Un perdón directo y breve.
- No hables de ti.
- No pidas que te perdonen.
- Pide que te digan cómo reparar el daño causado.
- Que sea de verdad.
- Promete y cumple.
- No añadas un “pero”.
- Tampoco un “sí”. No condiciones.
- Muestras las palmas de la mano. Si la disculpa es sincera.
- Puedes llevar una ofrenda. Algo pequeño pero significativo.