De acuerdo con las noticias una campaña que empezó en Huancayo por internet, por una publicista vinculada al fujimorismo, ha calado en las redes sociales y fuera de ella. La cruzada tiene por nombre “Chapa a tu choro”, por solo escuchar, a priori, suena un poco achorado, de un liberalismo extremo (y desmedido) que arrancaría una sonrisa socarrona a Robert Nozcik y otros de la misma falange. La filosofía, si la tiene, de esta iniciativa desde la ciudadanía es tomar la justicia por sus propias manos ¿es esto posible? ¿Significa esto que el sistema institucional jurídico- policial ha fracasado? Bueno, no es tan simple como pregonan o se piensa. Esto tiene mucho calado y un sin fin de aristas. De acuerdo a los informes de organismos internacionales se señala que en Latinoamérica la cuestión de seguridad es uno de los talones de Aquiles de los actuales gobiernos (como también está la desigualdad como número uno). El caso de México un poco que asusta, según las noticias, en cuestiones de seguridad. Por lo general, esta deriva en la inseguridad son en países que han atravesado una situación de post- conflicto o conflicto como es el caso de Guatemala, Honduras, El Salvador, Colombia, Perú entre otros (en algunos de ellos se habla de narco- Estados). Con el añadido en este contexto que en estos países, casi en todos los de América Latina, se han aplicado políticas de ajuste y de austeridad que han significado “desdibujar” al Estado jurídicamente hablando. Estas situaciones principalmente han configurado la situación en la que estamos. Pero en las ciudades cuando se prestan este tipo de iniciativa de la justicia por sus propias manos vamos camino al caos y dice mucho del Estado que se ha construido desde los programas de ajuste. Un Estado débil y a merced de la ventolera de los mercados, y en este caso de ciudadanos, ante marasmo y morosidad de las instituciones, actúan aplicando justicia por sus propias manos ¿Acaso no es un árbol torcido el de la justicia? Hace poco entrevistaban a la Alcaldesa de Madrid y señalaba que en el Ayuntamiento casi todos los servicios públicos caído en manos privadas, ¡hasta la gestión administrativa!, debilitando la autoridad elegida por la ciudadanía. Esto mismo pasa cuando se hereda un Estado de mínimos en esas condiciones y surgen iniciativas como esta de hacer justicia por iniciativa propia.
