La guerra ha sido declarada II
Por: Gerald Rodríguez. N
Leer los libros en los ordenadores, en los e-book no tiene ninguna ventaja ecológica que pondrá fin a la devastación de los bosques, cataclismo que es consecuencia de la industria papelera, tal como lo afirmó Bill Gates, porque el ordenador y las tecnologías electrónicas, a la que él alimenta con sus programas de Microsoft, tienen sus historias sangrientas.
Un ordenador tiene su Microsoft y también contiene un promedio de nueve sustancias químicas tóxicas, desde Coltán, Arsénico hasta Cobalto y Mercurio. Entre ellos el más importante es el Cobalto, abreviatura de colombio – tantalio. Pero, ¿acaso Bill Gates, el defensor de la devastación de los bosques por la cual quiere eliminar el libro, sabe cómo llega el Cobalto para hacerse una computadora en donde su Microsoft es pieza indispensable?
El Cobalto es un mineral que hay en las montañas de las regiones de la República Democrática del Congo (RDC), en áreas que por ser parques nacionales – declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO – deberían ser zonas protegidas. El 80% de las reservas de Coltán de todo el planeta se hallan en el Congo mismo. Estos dos minerales que son elementos indispensables para la fabricación de un ordenador, e-book, etc., ha causado en el Congo, desde 1996, la muerte de hasta siete millones de personas, según el Coordinador de la ONU para Alivio de Emergencias, a consecuencia de las invasiones y guerras patrocinadas por las corporaciones que desean controlar su riqueza minera.
Además, las altas cantidades de radioactividad emitida por el cobalto pueden dañar las células en el cuerpo. Aunque es improbable que ocurra, también se puede sufrir del síndrome de radiación aguda que incluye náusea, vómitos, diarrea, hemorragia, coma y aún la muerte.
Cuando uno termina de leer un libro físico no termina con algún tipo de daño ni propenso a ningún tipo de cáncer. Tampoco manchamos nuestras manos con sangre que vuelve a venir de la República Democrática del Congo, que por supuesto, ya pasó con el caucho, el diamante y ahora con estos minerales. El libro físico seguirá triunfante.