[Escrito por: Gerald Rodríguez. N].
Que la educación es un derecho, está muy claro para todo ciudadano y no se debe dudar de eso. Que la matrícula es gratuita, también es un punto que debe quedar claro, pero que de ahí las Instituciones Educativas quieran ganar algo del pobre bolsillo del padre de familia; o el docente que buscando lucrase con pequeñas ganancias de negocios turbios con las editoras y con las marcas de utensilios escolares, condicione el logro de los aprendizaje de los estudiantes, y que esto todavía es un tema que aún sigue aquejándonos.
Es de conocimiento urbano que por estas fechas, algunas Instituciones Educativas buscan lograr regalías con oscuros tratos que logran con editoriales y distintas marcas de utensilios escolares, por lo que esto no solo viola un derecho de los estudiantes, al no cumplir muchas veces con estos caprichos directorales no pueden matricular a sus niños o que no pueden someterse a las evaluaciones por no contar con dicho libro con nombre propia de una editorial, sino que vulnera la educación de todos los peruanos.
En el negocio jugoso que han visto algunos seudos escritores de pacotillas y de días feriados, han encontrado a sus mejores aliados a los profesores de comunicación, con el famoso cuentazo del Plan Lector, libro fichado con una línea roja en las portadas de estos libros y que por dentro lo único que contienen es purísima basura literaria. En la ciudad de Iquitos es muy común que los seudos escritores y traficantes de la mala literatura para niños se hayan metido a las Instituciones Educativas mediante los profesores para vender sus libros a un precio fuera del alcance del bolsillo de un padre que, por sus condiciones económicas, decidió poner a su hijo en una institución pública. Joven que no puede acceder a estos libros está aislado de una evaluación justa, y por ende, desaprobar el bimestre en el curso que se sujeta al plan lector. Por su puesto que estas prácticas de lucrase de la educación con una literatura, sin fondo ni arte, debe acabarse, y buscar otros medios para que nuestros jóvenes tengan acceso a verdaderos libros si pagar un sol. Con ese dicho que la educación cuesta, algunos profesores buscan salir airosos con estas prácticas, muchas veces ninguneando los materiales gratuitos que entrega el Ministerio de Educación a todas las Instituciones Educativas Públicas, que por supuesto, busca evitar esta mafia que han asaltado nuestras escuelas.
El gobierno regional de Loreto, debería buscar mecanismos para sumarse en la vigilancia de lo que los niños deben leer en las escuelas, conformando un comité regional de expertos en libros y lecturas que rescaten nuestra realidad regional y desde esta medida seleccionar que libros, además de los del Ministerio de Educación, deben leer todos muertos niño y niña de esta región y así de esta manera salir del último lugar en que nos hemos sujetado y salvaguardar el futuro de nuestra región y de nuestro país.