LA COMPETENCIA ERRADA
El callejón oscuro, en cualquier parte del universo, es una prueba de resistencia física, de aguante invencible. Consiste en pasar por en medio de dos frentes de personas, recibiendo golpes de todo tipo. Soportando agresiones de palabra y de obra como si tal cosa. Esa inolvidable experiencia debería ser incorporada dentro de poco a cualquiera de las celebraciones que se hacen por estas tierras. Donde se gastan dineros públicos para entretener a la gente, lo que en buena cuenta es una manera de embrutecerlos. De darles el circo de siempre. Eso del callejón oscuro como un número innovador lo decimos con sorna, lógicamente, mientras tratamos de explicarnos las extrañas razones de algunas autoridades de Yurimaguas que auspiciaron la realización de una burla financiada.
No se puede llamar de otra manera a esa veloz carrera de personas en sus sillas de ruedas. Inválidos compitiendo por ganar unos soles no es una buena imagen en ninguna parte. Una competencia de ese estilo solo puede provocar la hilaridad de la gente que ansía divertirse a cualquier costo. La que busca enardecerse en el circo de costumbre. La que quiere pasar el rato antes de seguir en la rutina de sus días. En el Perú de ahora hay unos 3 millones de discapacitados que requieren de atención, de buenos tratos, de oportunidades. Y las autoridades les ofrecen el bochorno de hacerles correr como si se tratara de confirmar aquello de que la vida es un carnaval.
Esperamos, claro está, que nunca se ejecute el callejón oscuro como número de alguna fiesta, de alguna celebración oficial. De igual manera esperamos que no se vuelvan a repetir esas ofensas a la dignidad de personas que por uno u otro motivo no son normales. Ellos y ellas merecen todo el respeto del mundo. Y no la burla de someterlos al escarnio de una contienda en esas condiciones de desventaja, de humillación.
Permitame discrepar con su editorial.Si miramos al participante y a su incapacidad fisica,sentiriamos mas lastima que admiracion.Si miramos a la persona tratando de superar a su traba fisica,entonces nuestra vision seria otra y no una de lastima y pena.
El espiritu aguerrido y de superacion es altamente demostrado en estas personas que dado a su disminucion fisica,tratan de imponerse a la adversidad en una competencia leal y admirada.Jamas debemos de imponer trabas a este espiritu de lucha y superacion.Aprendamos a ser tolerantes y brindemos a estas personas nuestro carinio y apoyo incondicional para que, de alguna manera,podamos darles ese aliciente que necesitan, enfrentando a la vida.
La competencia en si,es una magnifica idea que tendra que ser mejorada para las que vendran en el futuro.
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