Ha llamado la atención que la alcaldesa de Lima, Susana Villarán, presente un spot donde promociona sus obras con una chalina verde en el cuello en pleno verano limeño. Como se sabe, esa indumentaria es usada en la capital de la República, en tiempos donde el frío impera. Los periodistas a partir de ello han comenzado a lanzar conjeturas y a criticar el uso de recursos ediles en los propósitos reeleccionistas de la alcaldesa. Como se ve, entre los afanes reeleccionistas y la intención de promocionar la gestión, no existe una frontera evidente. Los asesores de Susana le han convencido que el uso de los colores es parte de la captación de votos y que los electores por los siglos de los siglos relacional un color con la candidatura y con la agrupación.
Es impensable que el aprismo utilice un color diferente al rojo en las campañas. Mezcla el rojo y blanco con aprismo y patriotismo y ya está ganando alguito. Nadie le puede acusar del uso indebido de los colores de los símbolos patrios porque sería una majadería. Es inadmisible que el PPC omita el color verde en las campañas que emprenda. Y ha hecho de este color una forma de mostrar a sus candidatos y, mejor, si en ese intento las jurisdicciones que administra tienen ese color como referente. Igual los acciopopulistas con el azul, rojo y blanco. Las palas del partido fundado por Fernando Belaunde Terry siempre se tiñen de ese color.
Ya que se evidencia la clara intención de promocionar obras para los propósitos de reelección de Susana Villarán y se concluye que el color no solo sirve de identificación sino de manipulación, es bueno dar una mirada a los colores que se usan en las entidades públicas que tienen a sus principales dirigentes en intentos reeleccionistas. Y, claro, en unos se haca más bochornoso que en otros pero el propósito es el mismo.
Fuerza Loretana desde su fundación ha adoptado –quizás con la misma osadía que los apristas- el verde como símbolo y ya sabemos que ese color identifica a Loreto, a la selva, a la Amazonía. El uso de ese color ha sido un acierto de su líder Iván Vásquez Valera, quien incluso puso letra a la música patriótica sobre la recuperación de Leticia. Y le podrán criticar muchas cosas pero su apego al patriotismo muy difícil. Por eso es que se hace complicado que se acuse a FL de usar los colores del Gorel en la campaña porque ambos coindicen. Lo que vale para el Apra a nivel nacional tiene que valer para FL a nivel regional. Los demás grupos han usado diversos colores. Desde el concho de vino hasta el amarillo, anaranjado y azul. Tantos colores como agrupaciones. Pero ya se ve que el naranja no es un color que sea emblemático en la selva y que políticamente ha sido adoptado por el fujimorismo a nivel nacional y por los del MIL a nivel regional.
Sea la chalina de Susuna o las lampas de Acción Popular o la estrella del aprismo pasando por el mapa de Loreto siempre dependerá del cristal con que se mire los colores.